«Salvado contribuyó como pocos a que los aborígenes sobrevivan»

Juan Carlos Martínez REDACCIÓN / LA VOZ

FIRMAS

El monasterio australiano de Nueva Nursia fue fundado en 1846 por el gallego Fray Rosendo Salvado. Su prior, David Barry, nos cuenta cómo la figura del misionero sigue viva en Australia Occidental

28 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Doscientos años después de su nacimiento, la figura de Rosendo Salvado renace en Galicia como pionero que fue de la lucha contra el racismo y en favor de la comprensión entre los pueblos. Pero en Australia Occidental, donde ejerció su misión, no renace, sino que sigue viva, como afirma el padre David Barry, prior del monasterio de Nueva Nursia que Salvado fundó en 1846.

-¿Cómo celebra la comunidad de Nueva Nursia el bicentenario de su fundador?

-Este 1 de marzo celebramos una misa en conmemoración del bicentenario, así como del 168 aniversario de la primera misa celebrada en los llanos de Victoria, en Australia Occidental, por los monjes misioneros españoles -Rosendo Salvado y José Serra-, que también marca el 168 aniversario del comienzo de nuestra misión. E inauguramos una exposición en el museo de Nueva Nursia, que permanecerá abierta hasta el 1 de marzo del 2015.

-¿Todavía está vivo el recuerdo de Salvado en su país?

-Sí; debido, entre otras cosas, a la actividad ininterrumpida del monasterio y de la ciudad de Nueva Nursia y al hecho de que la traducción al inglés del jesuita E. J. Stormon de sus Memorie Storiche, llamadas Las memorias de Salvado, se ha vuelto a editar varias veces. Salvado tiene sin duda un lugar en la historia de Australia, porque entre los europeos desplazados a nuestro país en el siglo XIX contribuyó como pocos a la supervivencia de los aborígenes.

-¿Qué fue su fundador: un buen benedictino, un hombre fuera de lo común...?

-Salvado fue un devoto monje benedictino. Pero también un hombre extraordinario en cuanto a su trabajo por la Iglesia católica, en favor de los aborígenes y por la construcción de la sociedad australiana. Su personalidad continúa siendo hoy una influencia básica en la comunidad de Nueva Nursia. No promovemos un «culto a la personalidad», porque somos conscientes de que gran número de cooperadores, tanto de perfil alto como gente corriente, religiosos y laicos, en Europa y en Australia, fueron esenciales en todos los éxitos que alcanzó, como él mismo reconoció en cada momento.

-¿Mantiene el monasterio relación con los aborígenes?

-En 1993 la comunidad benedictina de Nueva Nursia tuvo la satisfacción de animar una iniciativa que partió de los antiguos alumnos aborígenes de nuestras escuelas y que ahora es la Corporación Aborigen de Nueva Nursia. Su objetivo es revivir las tradiciones y la cultura propias entre las generaciones más jóvenes y ejercer de foro de diálogo continuo con vistas a avanzar en la causa de la reconciliación cultural y el entendimiento.

-¿Hay un proceso de reconciliación entre los aborígenes y los australianos de origen occidental?

-Sería difícil identificar un proceso de reconciliación formal y universalmente adoptado. Hay iniciativas procedentes del Gobierno australiano, del Gobierno del estado y del nivel de las raíces en comunidades locales. Dado que los problemas y las necesidades varían mucho de una región a otra, las respuestas también son distintas. Se han oído muchas voces, que representan el abanico de visiones sobre la política, la sociedad, la economía, la educación y la sanidad que prevalecen en un país multicultural y multiétnico como es la Australia del siglo XXI. Pero sin exagerar ni subestimar el papel de nuestro fundador, es justo proclamar que las iniciativas y los gestos de reconciliación deben algo al padre Rosendo Salvado y también a la misión de Nueva Nursia.

David Barry Prior del monasterio de nueva Nursia, Australia

«Las iniciativas de reconciliación entre australianos deben algo al padre Rosendo»

La Voz de Galicia distribuirá mañana con el periódico el libro Crónica desde el país de los sin alma, biografía sucinta de Rosendo Salvado escrita por el profesor Albino Prada