Esta noche la asociación que presidió durante más de una década rinde un homenaje a Ramón García, uno de los impulsores de Amigos do Camiño de Valdeorras, que desde 1999 lucha por lograr una oficialización que cada vez parece estar más cerca.
-¿Cómo recibe el homenaje?
-Con gran sorpresa, aunque no me gustan mucho este tipo de cosas. No me creo merecedor.
-Un reconocimiento a su trabajo, ahora que parece que por fin se oficializará. ¿Qué piensa?
-Es una satisfacción, parece que después de tantos años de trabajo, ahora va en serio.
-Y se habla de este año...
-Es lo que afirma todo el mundo; pero me he llevado tantas desilusiones... Diferentes conselleiros y directores de Turismo lo prometieron, incluso las señales, que llevamos seis años esperando, y de momento nada. Confío, pero tengo mis dudas.
-¿Qué fue lo más duro de estos años?
-Lo que más me disgustó es que hubiese gente diciendo que esto era un invento, incluso cuando nosotros aportábamos documentación de que se hacía el Camiño desde el principio, porque los peregrinos no podían pasar el río Valcárcel porque no pasaba la barca o porque no podían atravesar O Cebreiro por la nieve. Está documentado desde hace diez siglos.
-¿Cómo conoció el Camiño?
-Fue en una charla en O Barco, en 1999 y Ramón López Caneda habló sobre esta ruta. Me interesó mucho, porque soy un entusiasta de los Camiños de Santiago, y ya allí hablamos entre las diez personas que estábamos para hacer una asociación. ¡Hasta anulé las vacaciones!
-Hay peregrinos constantes.
-Sí, prácticamente todos los días pasa gente. Y ahora hay un grupo de más de cien personas haciendo esta ruta los fines de semana.