«Los políticos no se avergüenzan de no saber de música»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

FIRMAS

XOÁN A. SOLER

Critica que esta materia, como la filosofía, sea cercenada por la crisis

12 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Una vida dedicada a la música. Así se puede definir la trayectoria de Carlos Villanueva, que en el año 2000 accedió a la cátedra de Música de la Universidade compostelana. Fundador del grupo de Cámara de la USC en 1977, fue premio extraordinario de tesis doctoral con su trabajo sobre los villancicos de la catedral de Mondoñedo y está especializado en música medieval, barroca y en música gallega de los siglos XIX y XX. Ahora está embarcado en la recuperación de la figura de Víctor Said Armesto.

-¿Está la música olvidada en el mundo académico y social?

-La pregunta es muy pertinente en un momento en el que la música prácticamente desaparece de los planes de estudio de bachillerato. Creo que con la música sucede exactamente lo mismo que con la filosofía y esos estudios que se consideran un poco ornamentales. La música es un complemento cultural y hasta el día de hoy, en el que los políticos no se avergüenzan de no saber nada de música, la música era un complemento vital en teología, en filosofía, en teosofía, en cualquier elemento es un complemento sustancial y que además guarda una relación tremenda con todas las explicaciones habidas y por haber precisamente porque es una material abierta filosofar sobre ella.

-¿En qué momento pasó a ser una materia ornamental?

-En España no hemos superado el problema de que la sociedad civil no tuvo un arraigo musical prácticamente hasta finales del siglo XIX y no acaba de asumir que dentro de los planes universitarios la música debe estar. Ha quedado como una carrera técnica al margen de la universidad y es un problema que se está planteando con el Plan Bolonia, porque el conservatorio debe entrar en la universidad. Es una materia técnica pero tiene complementos humanísticos. Es un tema que habrá que resolver, pero nos ha cogido una crisis tan brutal que la solución ha sido ir hacia a atrás y sufren esas materias que son como un florero ornamental. No pasa nada por decir que no se sabe nada de música ni hay crítica musical estable como en otros países, ni notas adecuadas en el programa de un concierto. Es un problema de dejadez y de falta de presión del cuerpo de los músicos, muy debilitado.

-Y en realidad la música es una parte esencial de la vida de todos.

-Es fundamental, cierto, porque la música está de fondo. Hay un problema básico: muchas veces analizamos la música y vemos solo lo clásico, pero la música es también estudio del pop, del jazz, de las nuevas tendencias, de la new age... La música ha quedado como con mayúscula, como algo esotérico y muy especializado, como si no fuera un tema académico y sí lo es. De hecho se empieza a considerar como una salida laboral, pero la regeneración no es cosa de una generación, es de varias.

-¿La investigación musical está especialmente debilitada?

-Está tan afectada como otra materia de Humanidades. Está afectada la renovación de las plantillas de profesores de música. No solo ha caído en los institutos y escuelas especializadas, también en las universidades, que recortan personal y proyectos de investigación, y mucho., Pero también hay que tener imaginación para entusiasmar a la gente, aunque la investigación a veces es ingrata porque no se ven resultados a corto plazo.

-Una de sus especialidades es la música en el Camino de Santiago. ¿Queda en un segundo plano?

-Es un tema permanente que aquí se renueva cuando hay año santo y regresa la publicidad. En Estados Unidos, por ejemplo, es un tema que adoran porque lo relacionan con el nacimiento de románico, con la literatura y los ciclos medievales. Es un tema que interesa muchísimo. Creo que es un tema que debería estar vendido hacia afuera y habría que explotar más porque están muy interesados. La proyección social del tema del Camino con respecto a la música está infrautilizado.

-¿Por qué?

-Se hacen muchos congresos en los que la música se deja como un tema más especializado sin darse cuenta de que guarda relación con el tema escultórico y de relación con las fachadas. Cuando hay un año santo o una restauración del Pórtico se acuerdan de que la música forma parte del problema.

-Como los ancianos del Pórtico.

-Estamos viviendo de las rentas de un proyecto que acabó en el año 1995. No se ha dado un paso más y este sería un buen momento para hacerlo, pero la crisis nos está matando. Creo que la Catedral hará una muestra permanente de los instrumentos del Pórtico.