Toda una osadía ministerial

FIRMAS

05 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No soy quién para opinar cuándo comienza la vida humana, pues se trata de una cuestión en la que cada grupo social defiende su posición a ultranza. Pero sí para señalar que en disyuntivas tan diversas las divergencias han de traducirse en textos legislativos aceptables para todos, no partidistas. Cuando el ministro de Justicia presentó la modificación legislativa del aborto, se le preguntó si se sentía responsable de la vida problemática que les espera a los fetos que portan malformaciones y enfermedades graves, que en el pasado 2013 fueron 3.507 en España. Contestó con la seguridad del que maneja verdades estólidas, es decir, faltas de razón y discurso, con un sí rotundo, precedido de un yo de aquel que recalca que el contenido de la ley le pertenece, y añadió que recibió muchas cartas de apoyo.

Supongo que el ministro es consciente de la problemática que cada uno de esos 3.507 niños conlleva. Quiero pensar que el ministro está dispuesto a responsabilizarse de la vida de cada uno de ellos; que será capaz de sostener la mirada si un día se cruza por la calle con un niño deforme... Quiero pensar que no ha confundido sus creencias personales con el gobierno de la nación. Quiero pensar que no se ha dejado arrollar por voces altisonantes y ha tenido en cuenta siempre la vida deteriorada de tantos nacidos, y me pregunto si el ministro acogerá en adopción a algunos de esos niños obligados a nacer.

Y quiero pensar que el ministro no es osado y cruel, pero me resulta difícil hacerlo.