El ultimátum de Sacyr a la Autoridad del Canal de Panamá ha devenido casi un conflicto diplomático en el que han intervenido las más altas instancias, al menos las del otro lado del charco. Ayer, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, reunió en su despacho al embajador de España, Jesús Silva, y al encargado de Negocios de Italia, Massimo Tudini -en representación del embajador Giancarlo Cursio- para explicarles su preocupación por la crisis que estalló esta semana con el Grupo Unidos por el Canal (GUPC). El encuentro, «muy exitoso» a decir de Martinelli, sirvió para dejar claro que «los tres Gobiernos quieren que la obra se concluya y se corrija cualquier anomalía», y de antesala a la reunión que mantendrá con la ministra de Fomento española, Ana Pastor, cuyo departamento ayer anunció que viajará a Panamá a principios de la próxima semana para entrevistarse con el presidente y mediar entre las partes para que entre ellas lleguen a un acuerdo.
No será el único desembarco ligado al caso. Roberto Martinelli tiene «entendido» que máximos ejecutivos de Sacyr llegan hoy a Panamá.