El Dépor cerró las vacaciones navideñas, pero Arizmendi sigue sin conocer con seguridad el origen de sus repetidas molestias físicas. El delantero se pasó los días de descanso en la consulta de varios especialistas, pero estos no llegaron a un diagnóstico definitivo. Según explicó ayer Fernando Vázquez, «hay tres posibilidades y -abundó de forma gráfica- van a matar primero una, después otra y al final otra, a ver si dan con el problema».
Así, en el regreso de sus compañeros al trabajo, el delantero se quedó en Madrid, pues ayer fue tratado allí, pero se espera que hoy mismo regrese a A Coruña y acuda a entrenarse. En principio está previsto que se ponga en manos de los fisioterapeutas, pero el Deportivo confía en que, a lo largo de la semana pueda reincorporarse al grupo. «Si esto funciona [el tratamiento al que está siendo sometido actualmente], el chaval saldría. Si no, habría que matar otra posibilidad y así sucesivamente. Esperemos que acierten a la primera. ¿Si hay posibilidades de acabar en el quirófano? No, espero que no», añadió el entrenador coruñés.
Un gol
Arizmendi sufre una tendinitis degenerativa y un problema en el ciático, percances que han traído de cabeza estos últimos meses tanto al atacante como a los médicos del equipo deportivista, que lo han intentado todo para recuperarlo. El caso es que el jugador se ha pasado las 19 primeras jornadas mientras entraba y salía de las convocatorias. Así, apenas ha disputado 864 minutos en 13 partidos y ha marcado un solo gol.