Los trabajadores de Albada, la empresa gestora de la planta de Nostián eligieron ayer comité de empresa por segunda vez en lo que va de año. Los resultados fueron una sorpresa, ya que la CIG perdió la mayoría que ostentó durante años. En total se emitieron 102 votos (el censo era de 112), que otorgaron cuatro delegados a la CIG, tres a CC.OO. y dos a UGT. En los anteriores comicios, celebrados el pasado 13 de junio, la CIG había obtenido la mayoría, con cinco delegados. Aquellas elecciones fueron impugnadas por Albada, ya que se habían registrado irregularidades al votar trabajadores que llevaban meses desvinculados de la empresa.
Contra la repetición electoral
La Xunta estimó que no era necesario repetir la votación. La Administración gallega llegó a esa conclusión mientras su servicio de mediación laboral intentaba desbloquear la negociación del convenio colectivo, que desembocó en una huelga indefinida que duró del 26 de agosto al 12 de noviembre.
También los sindicatos y el comité de empresa defendieron que no era necesario repetir las votaciones de junio.
Pero los argumentos de los representantes de los trabajadores y la Administración gallega no convencieron al titular del Juzgado de lo Social número 3 de A Coruña, que tras varios laudos dictaminó que las irregularidades podrían haber influido en el resultado final y obligó a volver a las urnas.
La repetición se celebró ayer y promete traer cola. Según explicaron fuentes de la plantilla, la urna fue sacada a la calle para que pudiesen votar ocho trabajadores despedidos durante este año. Esos ocho empleados serán readmitidos el próximo 1 de enero, de acuerdo al pacto alcanzado entre el comité de empresa y la dirección de Albada para poner fin a la huelga de este año. Sin embargo, llevan meses fuera de la plantilla.
Contra la repetición electoral
El actual presidente del comité de empresa, Xosé Manuel Vilariño, explicó, antes de conocer los resultados, que la mesa electoral y los representantes de los trabajadores estuvieron de acuerdo en posibilitar a esos ocho empleados y a otros dos que habían sido despedidos antes la posibilidad de votar, ya que la sentencia «obriga a repetir as eleccións co censo de entón, porque do contrario poderían ter que repetirse». Con esa finalidad fue necesario sacar la urna fuera de las instalaciones de la planta, ya que la empresa no habría permitido el acceso de esos diez trabajadores.