La semana pasada trasladaron su situación a la Xunta, y esperan a que esta tome las medidas que prometió
20 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Hace una semana se reunieron con la delegada de la Xunta en A Coruña, Belén do Campo, para trasladarle la situación a la que se enfrentan a diario en sus viviendas de la Ribeira Sacra. Según los vecinos, la Administración autonómica les prometió que actuaría para reconducir la situación a la normalidad y garantizar así unas convivencia pacífica. «Nos dijeron que para empezar iban a echar a los okupas, a desahuciar a los inquilinos que no pagan y a emitir un comunicado advirtiendo de la gravedad de no cumplir las normas establecidas», explica Luis Pernas, portavoz de los residentes de los números 15-17-19-21 de Ribeira Sacra.
De momento, cuando se ha cumplido una semana de ese encuentro «todavía no han hecho nada, ni el comunicado», así que se solucionen o no los problemas, los residentes tienen pensado emprender medidas por su cuenta. La primera será instalar cámaras de seguridad, «las máximas posibles», ya no solo por los incidentes que se puedan producir de aquí en adelante, sino también para poder demostrar la autoría de estos hechos de celebrarse un juicio. A día de hoy ya hay varios vecinos, propietarios y alquilados, que están interesados en tomar esta medida a la mayor brevedad posible.
Pero al margen de que opten por dotar a las zonas comunes de cámaras de videovigilancia, confían que en el plazo máximo de un mes la Xunta tome cartas en el asunto, de lo contrario ya advirtieron que tomarían medidas drásticas. «Estamos en un compás de espera, y veremos si cambian las cosas, sino tendríamos que valorar otras alternativas. Así no se puede vivir», dice Luis Pernas.