Danzando entre flores raras

TAREIXA TABOADA OURENSE

FIRMAS

Miguel Villar

Fotografía en distintos espacios

11 nov 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

La exposición «Despois da teoría» comisariada por Gloria Rodríguez e Ignacio García Gómez del Valle, reúne en el Centro Cultural Marcos Valcárcel una serie de trabajos llevados a cabo este año por alumnos de la escuela Le Petite École.

Se trata de proyectos fotográficos realizados durante el curso por una serie de fotógrafos heterogéneos con distintas inquietudes y trayectoria que consiguen una muestra coherente y coral bajo la dirección de Gloria Rodríguez, alma máter de Le Petite École.

Cabe destacar, de este trabajo de estudio y análisis compartido, la cohesión de las obras a pesar de las miradas propias de cada fotógrafo, los distintos formatos y líneas de expresión, en los distintos temas y personalidades.

Con el proyecto Espacio construido en dos tiempos Natalia Figueiras, presenta las relaciones entre espacio y arquitectura, con una perspectiva intimista de técnica rigurosa en la que se subrayan conceptos como el espacio habitable, el vacío y el impacto del hombre en el paisaje y como presencia vital que dinamiza y delimita el espacio-caos de la naturaleza ilimitada.

Tamara Barros explora la estética de un paisaje helado y Reimon Entrimo las ruinas del naufragio, Lindoso emergiendo de su sepultura de agua, como un territorio fósil devastado tras la batalla.

Carla Otero marca la dualidad entre el cielo y el infierno en un díptico de gran plasticidad. Akiko Maruyama presenta el silencio solemne del vacío y el recuerdo tapiado en las ventanas del abandono.

Sara Costas se instala en el caos ordenado de los objetos desde la mirada distante de la memoria. Lydia Castro rompe con su clasicismo en un díptico de doméstica frescura y Miguel Rodfer encaja el paso del tiempo y la apariencia en fisonomías fragmentadas.

Alfonso Pereira exhibe una imagen actual con un tenebrismo caravaggesco que genera tensión en el retrato. Las imágenes de Emilio Guntiñas, J. González Cid, Sara Cordeiro, Saínza Medraño y el retrato heroico de la cotidianeidad dignificada de Miguel Cid, cierran esta muestra del Centro Cultural Marcos Valcárcel.

Según Beuys «La rivoluzione siamo noi» (la revolución somos nosotros). Afirmaba que la fuente de libertad creativa residía en el propio individuo. Cualquier situación podría cambiar a través de la creatividad humana.

El lenguaje de la tierra

Asun Adá se dirige al espectador directamente, no como voyeaur ajeno e indiferente que analiza el mundo desde fuera de si mismo, sino implicándolo en el proceso creativo. A través de sus imágenes, emociones, ilusiones y desengaños en una universalización de los sentimientos traducidos en fotografías que la naturaleza dicta, en su ciclo estacional y orgánico.

Un ciclo de vida y muerte. Mediante una serie titulada El lenguaje de la tierra compuesta por 15 fotografías que puede visitarse a lo largo de este mes en la librería Eixo. Un pasar de los días con la belleza sublime de las pasiones imperfectas.

Crear. Arriesgarse. Sentir. Tropezar, caerse, perder. Y volver a levantarse, buscando esa perfección que no existe, en la magia infinita de la superación y esa felicidad que solo existe en las cosas sencillas. Así, Expectante un brote de magnolio ansía la flor que será sobre un segundo plano expresivo en su desenfoque, mientras en Tránsito una araña vaga por las hojas marcando los días a la espera. Completa marca el triunfo de la primavera en el almendro en flor, y Miro constituye una imagen de plasticidad exultante.

La calidad táctil de las imágenes se magnifica en los hábiles encuadres y en la poesía de las distorsiones en ángulos desenfocados que enseñan más que ocultan, que sugieren más que evidencian.

El paso del tiempo y sus efectos en la naturaleza de las formas, helando los pétalos de las flores que se resisten a sucumbir al invierno, latiendo como un corazón oxidado en una sinfonía afónica de reloj roto, en sus botones de aurículas y ventrículos de bordes quemados y las hojas con sus nervios espinados generando vellosidades y aterciopelado el musgo que surge de los nudos de la corteza del árbol y que escruta al espectador como un pirata desde su ojo ciego con cicatriz de madera?

Efímera como el amor, que es simple y a las cosas simples las devora el tiempo, como canta Chavela y como el diente de león volando libre e inalcanzable en su forma de estrella?