La cirugía pediátrica y el minifundismo mental

FIRMAS

03 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Está una parte de la ciudadanía de uñas con la Xunta por suprimir el servicio de cirugía pediátrica en el CHUO y derivar las urgencias a Vigo. El PSOE en el Parlamento, la Plataforma en Defensa da Sanidade en la calle y 15.075 firmas en las redes sociales (change.org) se han levantado contra la medida. Argumenta la Xunta que la media de operaciones, tanto urgentes como programadas, que se realizaban en el CHUO era de ocho al mes (40 urgentes al año) y que la supresión solo afecta a quienes necesiten cirugía fuera del horario matinal. De nada valen los datos. Feijoo sabe que los gallegos somos reos de un minifundismo atávico que va mucho más allá de su significado agrarista y que nos lleva a exigir los servicios al lado del portal.

Queremos un Concello, un polideportivo, un aeropuerto, una Universidad, un centro de salud, un cuartel de la guardia civil, un AVE y un infinito etcétera lindando con la casa. Esto es lo que pasa con el servicio de cirugía pediátrica que nos cuesta a todos (pues todos lo pagamos) un ojo de la cara para que cuatro cirujanos se tengan que repartir ¡ocho operaciones al mes! No reparamos que la inactividad profesional conlleva también una merma de calidad asistencial. Lo que queremos es el servicio y nos parece un insulto, y un gasto personal inaceptable, llevar a un hijo a operarse en Vigo, ciudad a la que viajamos, sin reparar en dispendios, por el simple gusto de ponernos morenos. Así es el minifundismo mental genético que más que razones busca siempre confrontaciones.

Los datos Uno es que la crisis cerró 107 sucursales bancarias en Ourense sin contar lo que pueda venir con la subasta de NCG y otro, que la provincia de Ourense atrajo a 3.000 turistas menos el pasado verano. Y entre tanta negatividad, está el positivo dado por la comparecencia del alcalde de Barbadás en sede judicial. Se supo que pagó, billete sobre billete, los 652.408 euros que le costaron ocho pisos en Portugal lo que deja claro que de la política no solo se puede vivir bien sino que da para guardar en el colchón a la espera de posibles gangas inmobiliarias.

La frase «El debate genera tolerancia y ayuda a encajar la crítica», dijo Pablo Boronino, profesor de Filosofía del Derecho y promotor de la primera liga de debates en el Campus de Ourense. Que aprendan los políticos y que no lleven, como hacen, a la Justicia asuntos que debían quedar en el debate que, como añadía Boronino, «rompe el dogmatismo y aprende a no tomarse las opiniones contrarias como algo personal».