La contaminación baja en la traída de Bóveda, pero el agua aún no es potable

monforte / la voz

FIRMAS

01 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Pasada una semana desde la prohibición del uso del agua de la traída para el consumo doméstico, el Ayuntamiento de Bóveda aún no sabe cuándo se podrá normalizar la situación. El alcalde, José Manuel Arias, señala que los últimos análisis indican una bajada en los niveles de hierro, manganeso y arsénico que se registraban en los pasados días en el fondo del embalse de Vilasouto -probablemente por efecto de las lluvias y de la bajada de temperaturas-, pero considera que «hai que ser cautos ata que teñamos a certeza absoluta de que a auga xa se pode consumir sen problemas».

Si entre hoy y mañana -añade el regidor- los referidos niveles siguen bajando, se llevará a cabo una analítica completa del agua en la que se utilizarán 97 parámetros de medición, a fin de tener una idea más exacta de su estado sanitario. En todo caso, Arias señala que no se levantará la prohibición mientras los análisis que realizan el Ayuntamiento por una parte y Sanidade por otra no indiquen que la contaminación ha desaparecido totalmente.

Alternativa en estudio

Por otro lado, de momento tampoco es posible saber si se podrá aplicar la solución provisional que están estudiando los responsables municipales, consistente en realizar una conexión de emergencia de la traída con el río Viloira, que está libre de contaminación. «Os técnicos estiveron mirando hoxe [por ayer] se é posible entroncar un tubería para facer a captación alternativa -señala-, pero no sabemos aínda se o tubo resistirá a presión da bomba que habería que instalar para sacar a auga do río».

Mientras tanto, aprovechando la interrupción del consumo doméstico, los trabajadores municipales están realizando una limpieza de los depósitos de agua del sistema de abastecimiento. Los trabajos comenzaron con los depósitos de Bóveda y Rubián y seguidamente se intervendrá en los situados en Tuimil y San Xurxo. Estas operaciones, advierte Arias, pueden hacer que el agua pierda presión o salga turbia, pero la situación será pasajera.

La prohibición de consumir el agua de la traída se estableció el pasado martes. El Ayuntamiento empezó el jueves a distribuir agua en cisternas, pero solo una quesería solicitó este suministro de emergencia. Desde que se creó esta situación, los vecinos recurren principalmente a pozos y fuentes para conseguir el agua destinada al consumo doméstico.