Saleta Castro: Objetivo Hawái

nino soto PONTEVEDRA / LA VOZ

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RAMON LEIRO

La pontevedresa busca ser una de las 35 atletas que en el año 2014 disputen el Ironman más prestigioso del mundo. Allí, en 1977, empezó todo

27 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Saleta Castro se dedica a lo que verdaderamente le apasiona: el Ironman, la prueba de larga distancia que consiste en nadar 3,8 kilómetros, pedalear 180 kilómetros y correr una maratón. Pero no fue hasta el año 2010 cuando a la atleta de élite le permitieron romper con el triatlón de distancia olímpica. «Decidí que iba a competir en lo que quería yo y no en lo que me dijeran los demás», apunta la pontevedresa, que empezó su carrera deportiva sumergiéndose en la disciplina del salvamento acuático.

Sus primeros pasos hacia una de las pruebas físicas más duras del mundo los dio en Puebla de Sanabria. Allí, hace más de dos años, finalizó tercera en la categoría absoluta en un medio Ironman. «En el kilómetro 15 o 20 de bicicleta pinché y acabé el campeonato con la rueda de delante pinchada», explica.

A medida que los resultados iban forjando sus deseos, y cansada siempre de mirar sus puntuaciones en los triatlones «decidí dar un pasito más y preparar el Ironman y preocuparme un poco más de mí».

Saleta, de 25 años, es la única gallega y una de las pocas españolas que se dedica de forma profesional a esta exigente disciplina deportiva. El año pasado, aprobó con sobresaliente su puesta de largo en el Ironman. Fue quinta en Lanzarote. «No me lo esperaba», recuerda la lerezana, que fue de las primeras en entrar en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva cuando el triatlón aterrizó en Pontevedra en la temporada 2001-02. «El Ironman de Lanzarote en el 2012 fue muy emotivo, muy especial», insiste la joven que de niña no tenía suficiente con el salvamento y añadió a su vida deportiva la natación y el atletismo.

¿Qué lleva peor? ¿El sector de la natación, la bicicleta o la carrera a pie? «Voy bien en todo -responde-. Lo que peor llevo yo es la paciencia y estar controlándola todo el tiempo, pero cuando atravieso la mitad del trayecto, sé que puedo terminarlo».

Saleta Castro, que este año se matriculó en Psicología por la Uned para no dedicar su vida solo en el deporte, progresa en la disciplina. Si en Lanzarote 2012 completó la prueba en 10 horas, 39 minutos y 35 segundos, este año paró el crono en 10 horas, 14 minutos y 28 segundos. Y este mismo mes, en Wisconsin (cita puntuable para clasificarse para Hawái 2014), alcanzó una marca de 10 horas, 4 minutos y 51 segundos.

El próximo objetivo de Saleta es el Ironman de Cozumel, puesto que también es puntuable para Hawái. Posteriormente, tocará Melbourne, Lanzarote y Fráncfort. En unos días, Saleta Castro, que pertenece al club X3M de Madrid, se concentrará en Lanzarote junto con su entrenador Alejando Santamaría.

En la isla tocará entrenamientos a diario, exceptuando un día a la semana en el que solo habrá natación. «Entrenar, comer y dormir», afirma. Su sueño no son las olimpiadas, es el Ironman de Hawái. En el 2014, será una realidad.