La regularización de 1.444 casas depende del dictamen de Costas

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

FIRMAS

MARCOS CREO

Son viviendas pertenecientes a cinco municipios y construidas en núcleos calificados como urbanos por los concellos antes de la Ley de 1988

20 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La reforma de la Ley de Costas abre la puerta a la regularización de numerosas construcciones que se levantaron en la comarca antes de la normativa vigente hasta ahora, la de 1988, y que, sin embargo, se quedaron dentro de la denominada línea de servidumbre de protección del litoral, fijada en cien metros. Estas edificaciones fuera de ordenación, que se construyeron con los pertinentes permisos municipales, se encuentran en núcleos singulares y en terrenos que los ayuntamientos consideran urbanos, aunque esto no fue reconocido por Costas. En la comarca, según los censos efectuados por los concellos, hay nada menos que 1.444 viviendas afectadas.

Que los dueños de estas casas, repartidas por los concellos de Muros, Ribeira, Boiro, A Pobra y Outes, puedan liberarse del yugo de tener que solicitar permiso a Medio Ambiente hasta para cambiar una teja dependerá del dictamen que la Administración central efectúe de los informes remitidos por los ayuntamientos.

Reconocer la singularidad

La recientemente aprobada Ley de Costas, que sustituye a la de 1988, sí reconoce la singularidad de núcleos como los existentes en O Touro (Ribeira), O Chazo (Boiro), Esteiro (Muros), o Santirso (Outes), por citar solo algunos ejemplos. No se trata de lugares nacidos al amparo de la especulación urbanística, sino de asentamientos tradicionales vinculados a la actividad marítima.

El pasado día 31 de agosto finalizó el plazo dado por el ministerio a los concellos con el planeamiento urbanístico aprobado y en vigor para que elaborasen el censo de lugares afectados por la Ley de Costas de 1988 y reclamasen la reducción de la franja de servidumbre a veinte metros. En total, los ayuntamientos han reclamado la adopción de esta medida para 65 núcleos. Boiro es el que más tiene, 29, y Ribeira el que menos, 5.

La rebaja de la protección, si Costas la acepta, supondrá un alivio para muchas personas. Quienes tienen su casa afectada por la línea imaginaria trazada en 1988 no solo están supeditados a las estrictas normas dictadas por Medio Ambiente para hacer cualquier tipo de reforma. Muchos de ellos también tienen propiedades que no pueden hipotecar o vender porque nunca fueron reconocidas como tales. Se construyeron con licencia municipal y existen escrituras, pero la Administración las incluyó en un terreno que pasaba a estar bajo su dominio, con el reguero de problemas que eso acarrea. Ahora, le toca dictaminar a Costas.