El profesor que mató a la enfermera rechaza su dura condena y la recurre

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

FIRMAS

OSCAR CELA

Cambió de abogado y pidió a la Audiencia las grabaciones del juicio y el fallo del jurado

13 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El profesor de Química del Sanxillao que asesinó a su esposa, la enfermera Montse Labrada, en la madrugada del 26 de agosto del año 2010 no da por zanjado el caso. Desde la prisión de Bonxe, en la que se encuentra cumpliendo una condena de 21 años de cárcel, Juan Carlos Pernas está haciendo diversas gestiones que apuntan a la presentación de un recurso en contra de la sentencia que le condena por asesinato en base al contundente veredicto del jurado popular, después de varias sesiones de juicio celebradas el pasado mes de junio.

Una de las primeras medidas adoptadas por Juan Carlos Pernas fue la de cambiar de abogado. Tras la condena decidió prescindir del asesoramiento del letrado lucense que le llevó el caso y contactó en el despacho del decano del Colegio Oficial de Abogados de A Coruña, Antonio Platas Tasende. Como este, al parecer, no se encuentra en condiciones de poder asumir su caso, debido a su estado de salud, parece que será su hijo quien asesore al profesor de Química.

Por lo de pronto el letrado ya ha dado los primeros pasos. Estos consistieron en la solicitud a la Audiencia Provincial de Lugo de una copia de toda la grabación del juicio. Está en varios cedés porque fueron muchas horas de declaraciones de testigos, peritos e incluso del propio acusado.

El abogado coruñés también ha pedido que le entreguen una copia del veredicto del jurado, de las preguntas que les fueron planteadas a sus miembros y también de los razonamientos a las mismas. El tribunal popular que se encargó de analizar el caso fue totalmente inclemente con el profesor al entender que mató de cinco hachazos a la enfermera Montse Labrada. Supuestamente, el autor de los hechos no soportaba que su esposa tuviera una relación con otra persona y que en algún momento pudiera abandonarle.

El fallo del tribunal popular establece que el acusado empleó todos los medios necesarios para garantizar que la mujer no quedase con vida. Incluso en algún momento pretendió, al parecer, meter el cuerpo sin vida en una bolsa de deporte para, luego, arrojarlo a un contenedor como así hizo con los restos de ropa y otros objetos utilizados la noche del suceso.

Los jurados lo tuvieron tan claro que, incluso, rechazaron la petición de rebaja de pena que el fiscal había planteado al terminarse la vista. La acusación pública pedía bajar un año y medio la pena por reparación previa del daño.