El Monte do Gozo cumple 20 años en horas bajas pese al bum del Camino

Alba precedo / j.C. SANTIAGO / LA VOZ

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BEA OTERO

Solo el albergue de peregrinos y algunas de las instalaciones del hotel funcionan de forma habitual

15 ago 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Muchas fueron las expectativas puestas en la inauguración en 1993 del complejo del Monte do Gozo. Veinte años y cuatro Xacobeos después, la realidad ha superado a las perspectivas más negras. En la actualidad, solo funcionan de forma habitual y contante el albergue de peregrinos y algunas de las instalaciones del hotel. El resto deslucen un complejo vendido como lugar de vacaciones.

El encargado del albergue, Manuel Mariño, asegura que este año «estamos teniendo un 12 % más de peregrinos que el año anterior». A pesar del aumento de este tipo de establecimiento en Santiago, este albergue continúa siendo uno de los favoritos para descansar antes de llegar al Obradoiro.

La marcha del hotel y sus instalaciones, gestionadas por el grupo Hotusa, son una autentica incógnita. Con una concesión de la Xunta de Galicia hasta 2017, en la actualidad solo están abiertos el hospedaje, la cafetería, el restaurante y la lavandería. «Durante el invierno hicieron un ERE y esto se quedó desierto. Ahora se ve algo de ambiente, pero no sé que pasará a partir de septiembre», explicó Mariño. El cámping solo abre durante agosto y el encargado del albergue explica que «es una pena porque tengo que desviar a los turistas al de As Cancelas».

Además, el Centro Europeo Juvenil Juan Pablo II está cerrado desde principios de año. En el centro aseguran que las obras de restauración aún no tienen ni fecha de inicio ni de final.

Los fracasos del proyecto

El proyecto de residencia de estudiantes hace ocho años que se clausuró por el escaso éxito entre el alumnado de la USC. Este cierre también provocó la supresión de la única linea de autobús urbano que llegaba hasta el Monte do Gozo.

El auditorio es el otro gran abandonado. Aunque desde la Secretaría Xeral de Turismo confirman que el espacio está disponible para cualquier evento, las instalaciones se han utilizado casi en exclusiva en los años santos.

Como lugar de paso para algunos o como punto de inicio de su última etapa, este complejo es parada obligatoria en el Camino de los peregrinos hacia el Obradoiro. Carlos Calatrava es la tercera vez que hace la Ruta y que se decanta por el albergue del Monte do Gozo para descansar. «Para llegar con calma a Santiago es perfecto», explica Calatrava. Satisfecho con las instalaciones, asegura que se ve vacío porque «es tan grande que debe de ser complicado llenarlo».

A Lourdes Marqués le sorprende llegar a un lugar prácticamente desértico a escasos cuatro kilómetros de la Catedral. «Esta todo como cerrado: el supermercado, la tienda de regalos... Hay que darle más vida porque podría explotarse más», afirma la peregrina.