Los vecinos de Toralla se rebelan contra la única playa de Vigo para perros

Begoña Rodríguez Sotelino
Begoña R. Sotelino VIGO / LA VOZ

FIRMAS

XOAN CARLOS GIL

Ya han recogido un centenar de firmas para que se habilite otro arenal

09 ago 2013 . Actualizado a las 18:12 h.

Los vecinos de la isla de Toralla ya han empezado a organizarse para que no prospere en uno de sus arenales el experimento como playa que admite el acceso de bañistas con mascotas que realiza el Concello vigués. James G. Skinner, ex cónsul honorario británico en Vigo, residente en este privilegiado espacio durante cinco meses al año, cuenta que ya se han recogido alrededor de un centenar de firmas para presentarlas al ayuntamiento solicitando que los planes previstos no prosperen.

Desde hacía meses, propietarios de perros encabezados por el colectivo Galgos de Galicia llevaban solicitando al municipio un arenal para poder llevar a sus animales. En mayo enviaban un escrito firmado por medio centenar de personas y el pasado 19 de julio, la edil de Medio Ambiente, Chus Lago, les comunicaba que concedían permiso, a modo de prueba, en horario de 8 de la tarde a 8 de la mañana. Según contaba una de las integrantes del colectivo, Antía Álvarez, «si funcionaba y no había quejas», es posible que se instaura allí la primera playa para perros de Vigo.

Skinner manifiesta que no quiere erigirse en portavoz de los vecinos ni como afectado, porque asegura que adora a los perros, pero sí como ciudadano de Vigo e incluso como amante de los animales: «Obviamente es una playa demasiado pequeña, no tiene ni 60 metros de largo, es una locura. Hay arenales mejores, como Samil, entre el cámping y la desembocadura del Lagares», propone. «En O Grove han habilitado dos más grandes en un municipio de 12.000 habitantes. En Vigo hay más de 30.000 perros». En su opinión, el Concello está errado: «Si no se planifica bien es nefasto. Debe ser un espacio aislado, vallado y con normas. El ayuntamiento va a vender Vigo como reclamo turístico con playa para perros y como vengan, se va a armar».

El vecino reconoce que ahora no hay ningún problema, solo se adelanta a lo que va a pasar. «Conozco bien este tema, habilitar espacios para las mascotas es lo normal, sé cómo se ha hecho en otros lugares de España, de Europa y Estados Unidos. Me acaba de llegar el reglamento de 34 páginas con la normativa de playas dogfriendly de Long Beach, en California». Teresa Gayoso, viguesa que iba a veces con su perro a Toralla cuando caía el sol hasta que se autorizó, va más allá. «Ya no voy porque hay tantos que es un estrés».

«Es una trampa»

En su opinión, es «una trampa del Concello y nadie debería seguir el juego. Autorizan una playa enana, un gueto de 8 a 10 justo donde hay vecinos, habiendo decenas de arenales sin residentes cerca. El alcalde es lo suficientemente listo para saber que no va a funcionar. Está abocado al fracaso a propósito. Lo prueba y dicen: hay protestas, no sirve. Y lo quitan. Es una artimaña. ¿A quién quieren engañar? Hay playas de sobra».