El SPPL mantiene la huelga de celo en el 092

A Coruña / la voz

FIRMAS

01 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Sindicato Profesional de la Policía Local mantendrá la «huelga de brazos caídos» que comenzó hace justo un año a raíz de los ajustes que los gobiernos central y municipal estaban aplicando en el sector. El 31 de julio del 2012 los agentes coruñeses acordaron no trabajar más de lo necesario, lo obligatorio, aunque se acumulasen tareas. Ayer, por consenso decidieron mantener esta medida de presión. Sin embargo, el sindicato mayoritario reconoce que ha habido «avances importantes» en las relaciones con el gobierno local, concretamente con la Concejalía de Seguridad y Personal, y «seremos consecuentes con ello». «No se va a retirar esta medida porque los recortes no han desaparecido, pero esperamos seguir avanzando por este camino para poder recuperar los derechos que se nos quitaron», señaló Manuel Aceña, portavoz del sindicato, que insiste en que llevan muchos meses aguantando recortes. «La Policía Local ha sufrido recortes como muchas otras administraciones. Sin embargo, aquí han sido más graves, porque se nos han quitado más derechos, como el seguro médico, o porque las reducciones salariales se han añadido a las que ya había», explicó Aceña.

Más horas obligatorias

La asamblea celebrada ayer ratificó el preacuerdo al que se había llegado en enero con el gobierno local para adecuar el sistema de trabajo a la nueva normativa impuesta por el Gobierno central. Así pues, las horas obligatorias semanales se incrementarán de 35 a 37,5, lo que les obliga a realizar algunas modificaciones de organización a nivel interno.

Por otra parte, los agentes han aceptado el acuerdo verbal al que habían llegado con el Ayuntamiento para arreglar el problema de las vacaciones del año pasado, que afectó a gran parte de la plantilla. Dado que a raíz de diferentes interpretaciones unos habían cogido más días y otros menos, ahora los que habían salido perjudicados podrán recuperar algunos de los días que perdieron. En este sentido, Aceña valora positivamente el hecho de haber llegado a una «solución dialogada» y no tener que acudir a la vía judicial para reparar el problema.