Fuera de peligro la acuchillada por el hombre que se ahorcó

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Numeroso público asistió en Ludrio al entierro del agresor

31 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La mujer que fue acuchillada el pasado domingo en el municipio de Castro de Rei se encuentra fuera de peligro. Su evolución fue muy buena en los últimos días y los médicos que la atienden ya son optimistas, según expresaron algunos familiares. M. L. V. S., de 42 años, recobró ya la consciencia, si bien parece que no se acuerda de lo que le ocurrió en las últimas horas de la tarde del domingo.

Cuando se encuentre en condiciones, la mujer tendrá que prestar declaración ante los investigadores de la Guardia Civil. Su testimonio ya no tiene gran trascendencia para la instrucción, pero sí para conocer cómo se desarrollaron los hechos que parece que pudo haber planificado José Legaspi Veiga, el hombre que acabó colgándose de un «carballo» después de que supuestamente cometió el ataque a la que era su pareja.

Todo apunta a que Legaspi utilizó un cuchillo. Posiblemente pretendía segarle el cuello a la mujer con la que tenía contactos desde hacía algo más de medio año porque consideraba que no le dedicaba suficiente atención.

Varios aspectos quedan por aclarar. En primer lugar si el fallecido planificó el ataque. Podría pensarse en que sí porque llevaba una cuerda en el coche que luego ató a unas ramas para colgarse. Algunos vecinos de la zona donde ocurrieron los hechos, en Ludrio, creen que José llevaba ese útil en el maletero de su coche porque era cazador y salía en ocasiones a participar en batidas de jabalíes.

Otro aspecto que no se sabe, y que puede quedar sin esclarecer, se refiere al momento en que tomó la decisión de colgarse. José tuvo que ser consciente de que no había matado a su pareja y que esta había escapado por un prado para llegar luego a una pista y tratar de pedir auxilio en las casas próximas a la carretera de Oviedo. No consiguió llegar a las mismas porque se desplomó en el asfalto. Cuando la hallaron estaba descalza, ensangrentada y presentaba signos de hipotermia pero mantenía la consciencia porque en algún momento preguntó por su hija de 12 años que estaba en casa con su abuela.

Ayer por la tarde, varios centenares de personas asistieron en la iglesia parroquial de Ludrio al sepelio de José Manuel Legaspi Veiga, de la casa de Pepiño do Andador. El cortejo fúnebre partió sobre las cinco de la tarde del tanatorio de Castro.

Legaspi Veiga, de 53 años, fue definido por sus vecinos como una persona muy trabajadora. Tenía empleo desde hace muchos años, casi una treintena, en una empresa de bloques de Castro.

Su cuerpo, tras ser hallado ahorcado sobre las 23 horas del domingo, fue conducido a la morgue del hospital donde el lunes le hicieron la autopsia.