El taller del aeródromo de Rozas reparó este año 40 aeronaves

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

FIRMAS

ROI FERNANDEZ

El centro lucense es uno de los 14 de España con autorización europea

09 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La avioneta Piper Turbo Arrow, Lady Gala, propiedad de un empresario santiagués que efectuó un aterrizaje de emergencia en Rozas en la tarde del pasado sábado, no tomó tierra en este aeródromo por casualidad. Lo hizo, no solo porque es su base, sino por la reparación. El taller de estas instalaciones es uno de los catorce españoles que cuentan con la acreditación de centro europeo para arreglar y efectuar el mantenimiento de todo tipo de aeronaves: avionetas, helicópteros y ultraligeros.

A sus hangares se desplazan vehículos aéreos de todo el Noroeste de España, Portugal, Francia, Inglaterra y Alemania. El más próximo a Rozas está en Madrid. En lo que va de año arreglaron 40 aeronaves, además de revisar aquellas con las que tienen concertado el mantenimiento, a las que les correspondía pasar por taller.

Lady Gala intentó aterrizar en la tarde del sábado en el aeropuerto de Peinador. Problemas en el tren delantero de aterrizaje obligaron a montar el dispositivo de emergencia para estos casos. Finalmente el piloto optó por poner rumbo al aeródromo lucense, donde aterrizó sin problemas, con apoyo del personal de tierra.

La aeronave quedó en Rozas para ser sometida a una revisión para determinar las causas por las que falló el tren de aterrizaje. Quedó en manos de los tres ingenieros que trabajan en el centro. Uno de ellos es Luis Abelleira Álvarez, ingeniero industrial y técnico de mantenimiento que es el responsable del taller. Los otros dos son ingenieros aeronáuticos. Ellos se encargan de la mecánica. Para electrónica o para chapa y pintura, que son otras de las prestaciones, tienen concertados los servicios de autónomos.

Prestigio de 30 años

Abelleira Álvarez reconoce que el taller se ha ganado su prestigio a lo largo de los 30 años que lleva en funcionamiento por la calidad del trabajo realizado. «Los pilotos quieren volar en aviones seguros y buscan talleres con garantías», explicó. «Además de las auditorías internas, -añadió- nos audita dos veces al año la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Nos revisan toda la documentación y pasamos todos los controles que están estandarizados en toda España». Según Abelleira, si detectan alguna anomalía, retiran la autorización.

El ingeniero industrial explicó que existen tan solo 14 talleres acreditados en España porque las exigencias para poner uno en marcha y mantener la actividad son muy difíciles de cumplir.

Rozas está acreditado para el mantenimiento y reparación de todo tipo de aeronaves de motor de pistón y de turbina. «También podríamos reparar un 747 porque tenemos todo lo necesario -señala el responsable del taller- pero no lo hacemos porque no pueden aterrizar aquí»