«La vida de mi padre hay que verla en conjunto, en los años 30 todo comunista era estalinista»
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santiago carrillo menéndez está hoy en ferrol en la presentación de las memorias políticas de su padre
A las ocho de la tarde de hoy, Santiago Carrillo Menéndez, hijo del histórico dirigente comunista Santiago Carrillo, estará en Ferrol para presentar el último libro de su padre, Mi Testamento Político. El acto, organizado por la asociación Fuco Buxán, se celebrará en el centro cultural Carvalho Calero, en O Inferniño, a las ocho de la tarde. La presentación del libro como tal corresponderá a Rafael Pillado, y Carrillo intervendrá para hablar de su padre. Carrillo Menéndez es matemático y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. En 1977, con 27 años, fue secretario para la política juvenil del comité de Madrid del Partido Comunista de España (PCE), ya entonces era profesor universitario de Matemáticas.
-¿Qué diría su padre de la actual situación del país?
-No soy adivino, pero el momento actual no es tan distinto del de hace un año [su padre murió el 28 de octubre del 2012] y entonces mi padre opinaba que las políticas de recortes no sirven para nada, que afectan a los más indefensos. Él era partidario de más intervención pública, más inversión.
-Poco después de su fallecimiento salió a la luz el libro del historiador británico Paul Preston que no deja bien parado a su padre al que califica de estalinista...
-No opinaré sobre este autor, no quiero hacerle propaganda.
-En todo caso, ¿fue estalinista su padre?
-En los años 30, todos los comunistas eran estalinistas, hay que ver su vida con más perspectiva.
-¿En qué aspecto?
-En su conjunto. Después de 1965, el partido y mi padre se posicionan contra el proceso a los escritores soviéticos Yuli Daniel y Andréi Siniasvky, ya en la época de Bresnev; luego también lo hizo contra la invasión de Checoslovaquia por las fuerzas del Pacto de Varsovia... Su posición en favor del eurocomunismo más clara. Está clara su trayectoría.
-La expulsión de su padre del PCE debió de ser un duro golpe para él.
-Sí, fue un golpe fuerte. Pero para él su compromiso por las ideas que defendía estaba por encima de la disciplina ciega. Claro, la expulsión fue muy dolorosa, pero luego obtuvo el reconocimiento de casi todos los que lograron la expulsión.
-¿Cuándo escribió las memorias su padre?
-En menos de un año antes de morir. Es que escribió hasta el último momento, incluso después de recuperarse de una operación de apendicitis, tenía problemas para ver y escribir, pero siguió escribiendo.