La jueza pide a la policía un informe de la situación de la casa okupa de Palavea en A Coruña

Javier Becerra
Javier becerra A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

Un empresario de Sada compró el inmueble en agosto del 2012 para montar un geriátrico, pero no logra desalojarlo

13 may 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

El empresario sadense que compró el año pasado a NCG Inmobiliaria el antiguo convento de la congregación de las Oblatas del Santísimo Redentor continúa sin poder tomar la posesión del inmueble. El grupo de personas que ocuparon el edificio (situado en Santa Gema frente a Alcampo) en el verano del 2011 para erigir en él un centro social okupa permanece allí. No han cedido a las pretensiones del inversor que pretende transformarlo en un geriátrico.

Argumentan que tienen una cesión verbal de los antiguos propietarios. Así lo manifestaron ante la titular Juzgado de Instrucción número 7. Los okupas aseguran que llegaron a un acuerdo para mantener el local, evitando que se llenase de toxicómanos. También que allí no reside nadie y que se limitan a organizar conciertos, talleres y todo tipo de actos de contenido cultural y social.

La Fiscalía ha solicitado información veraz. Ha pedido que se precise qué tipo de actividad se está realizando, que se determine el estado de abandono del inmueble y que se ponga de manifiesto, a través de un reportaje fotográfico, la posible existencia de destrozos. La jueza ha remitido ya a la Policía Nacional dos oficios para ello. El último con fecha de 5 de abril.

El caso ahora está atascado a la espera de canalizarlo por la vía adecuada. La pretensión del propietario pasa por encauzarlo por lo penal al tratarse, según su punto de vista, de un delito de usurpación. Las consecuencias podrían incluir penas de prisión. Frente a ello, la estrategia de los okupas. Si se da por veraz ese acuerdo verbal al que aluden, se trataría de un precario a resolver por la vía civil.

Símbolo de la especulación

El inmueble fue comprado por la inmobiliaria del ex futbolista del Celta Valeri Karpin por más de 7 millones de euros en el 2007. Los problemas financieros de este hicieron que pasase a ser propiedad de NCG Inmobiliaria en septiembre del 2010. En agosto del 2012 se vendió a su actual propietario por 1,5 millones de euros.