Marta Bobo: «Mis alumnos me conocen por sus padres»

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GUSTAVO RIVAS

12 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

iene 47 años. Su marido, Alberto, es ingeniero y llegó a la categoría de magnífico en el eterno programa Saber y ganar que presenta Jordi Hurtado. Sus dos hijas, de 7 y de 5, Candela y Paula, practican gimnasia en el Club Acordes de Oleiros. «Lo dirige Rebeca Freire, que, cosas de la vida, fue alumna mía», comenta la exgimnasta y profesora del INEF Marta Bobo, una de las deportistas españolas más importantes de todos los tiempos. ¿Habrá otra Bobo en la élite de la rítmica? «A la mayor le gusta mucho, pero quiero que hagan lo que les guste. Sé que es muy duro ser deportista de alto nivel», reflexiona. Quedamos temprano, a las ocho de la mañana, en la cafetería Preludio de Santa Cruz. El día amanece fresco pero la mañana es preciosa y el mar de fondo golpea con fuerza sobre el paseo. «Soy piscis. Me gusta el agua», comenta mientras saborea un café con leche en taza grande, de desayuno.

Su casa coruñesa

«Santa Cruz es el lugar del mundo en el que he vivido más tiempo. Me siento coruñesa total. Aquí hay calidad de vida. Poder comer en casa con tus hijos, construir un futuro con tu pareja, poder ver el mar... Hay otro sitio del que guardo un gran recuerdo, Baiona, que es donde pasaba todos los veranos de mi infancia», relata esta ourensana que con tan solo 13 años salió de la ciudad de las Burgas para entrenar en Madrid. «Lloré y tuve mucha morriña», recuerda. Su idilio con Oleiros es fruto de la casualidad. Parecía que se iba a quedar a vivir en Toronto, Canadá, donde estudió la carrera, pero una tentadora oferta para formar parte del proyecto de un centro de alto rendimiento en Galicia la devolvió a su tierra. Aquello no cuajo y desde el INEF, en 1991, le ofrecieron dar clases un cuatrimestre. Hasta hoy.

Pasado y presente

«El fin de semana pasado estuve con Fernando Romay y recordamos aquel viaje en Jumbo a los Juegos de Los Ángeles 84 con toda la delegación española. Me acuerdo de la villa olímpica y de haber compartido desayuno con Carl Lewis», me cuenta echando la vista atrás. Los más jóvenes no saben nada de lo que fue Marta Bobo. «La mayoría no, los alumnos me conocen por sus padres», apunta. Es un mujer vital, «necesito moverme», asegura. Se cuida, aunque come de todo «sin excesos». Hace deporte, pero a su manera. «Hacer ejercicio es algo que te libera para estar contigo mismo», destaca esta profesora titular de la facultad de Ciencias del Deporte y doctora por la Universidade da Coruña a la que le gusta investigar sobre temas como «mujer, deporte y calidad de vida». Dice que su principal virtud es que es bastante emocional y se pone en la piel del otro. En el capítulo de defectos señala «ser autoexigente. Buscar demasiado la perfección». Se hace tarde. Hablamos de pasado y presente. «La experiencia de mi vida son los dos partos. Me gusta que mis hijas sean de aquí», sentencia.

«Compartí desayuno con Carl Lewis en Los Ángeles»

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