Los padres los achacan al botellón y alertan del peligro que corren los niños
08 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«¡Mira papá que tengo!». Lo decía una cría de poco más de dos años de edad la tarde del pasado domingo. Jugaba en la zona del estanque de peces de los jardines de Méndez Núñez. Portaba un fragmento de cristal de una botella rota. Al verlo, su padre se lo retiró de inmediato ante el riesgo de que la niña sufriera un corte. No era un simple trozo aislado. Con solo echar un vistazo se podían ver decenas de piezas similares. Entre los padres se desató la alarma.
«¿Cómo es posible que una zona como esta, en la que vienen a jugar niños, esté toda llena de cristales? ¿Tiene que cortarse un pequeño para que se tomen medidas?», se preguntaba uno de ellos. Indignados por el aspecto del jardín «todo lleno de pintadas, con bancos rotos y en el que han quitado incluso los peces del estanque», tienen clara la razón de la situación: la práctica del botellón los fines de semana en los jardines.
El lugar en el que apareció el cristal que recogió la niña está situado al lado del citado estanque. Apenas cuenta ya con césped por las pisadas. Ello permite ver los cristales con facilidad. Alrededor del monumento de Concepción Arenal también se pueden encontrar a simple vista. Pero quizá en donde más aparecen es en la parte posterior. Allí, entre la hierba, resultan más difíciles de recoger al servicio de limpieza.
«Hay que hacer algo ya»
La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos Luisa Varela insiste en su postura favorable a la prohibición total del botellón en el jardín. «Hay que hacer algo ya, porque no solo hay destrozos, sino que hasta los más pequeños están en peligro. Algo así no se puede tolerar más», concluye.