«A la madre del rey le pusieron mis hierbas y le fueron muy bien»

E.Larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

28 abr 2013 . Actualizado a las 06:53 h.

En su larga trayectoria como naturópata y recuperador físico, Torrado calcula que habrá atendido a un millón de personas atraídas por sus sólidos conocimientos, su buen hacer y su seriedad en el tratamiento de dolencias musculares. Artistas, toreros, políticos y mucha gente humilde, a la que ayudó desinteresadamente.

-Empecemos por el torero Espartaco.

-Vino a torear a Pontevedra en malas condiciones por una cogida que había tenido. Tenía mal el tobillo, le puse los emplastos y en dos días estaba recuperado. Salió por la puerta grande y me quiso llevar con él de preparador personal. También traté a Paquirri en Ferrol, cuando yo estaba en el OAR. Venía con la Pantoja y la madre de la Pantoja guardándole el virgo, que era lo que decían las revistas. Cogían tres habitaciones en el hotel, una para Paquirri, otra para la madre y la hija, y la tercera era donde hacían vida de pareja, supongo.

-¿Y qué me cuenta de Cantinflas?

-Lo conocí en México. Fue una cosa de lumbalgia y le di un masaje. Luego comí en su restaurante y allí hice yo una paella.

-Usted tuvo mucho que ver en que Fraga fuera uno de los políticos en activo más longevos.

-Cuando yo empecé a atender a Fraga tenía un desgaste tremendo y no le podían poner una prótesis de cadera. Le dije que mientras yo estuviera ahí iba a andar. Yo no le curaba nada, lo que le hacía eran ejercicios para fortalecer la musculatura. Pero cuando se fue para Madrid, bumba, al poco tiempo en silla de ruedas. Lo visité durante 15 años y nunca le cobre nada. Estoy muy agradecido de que me diera su amistad y su confianza. Hablaba por teléfono delante mía de cosas importantes y nunca me echó de la habitación. Imagínate lo que he podido escuchar. A mí me transformó porque aprendí una burrada con él. Fue como ir a la Universidad.

-Se especuló con que también trató a alguien de la Casa Real

-Fui a Madrid, pero no me dejaron pasar. El preparador físico del rey era José Luis Torres Victoria, el que fue seleccionador de Atletismo, y le puso mis hierbas a la madre, que le fueron muy bien. Pero luego había que hacerle unos ejercicios físicos, y no me dejaron.

-¿Al Rey también estaría dispuesto a atenderlo si se lo pidiera?

-Sí, hombre. Tiene un gran equipo médico que lo atiende, pero claro, para la recuperación física, la medicina natural que yo aplico no tiene competencia. Hay muchos médicos que me avalan. Lo que no hay derecho es que otros tengan prohibido que aquí venga nadie. Porque yo nunca me he metido en su campo ni he pretendido suplantar a la medicina científica o a la cirugía.

-¿Ha tenido que soportar muchas acusaciones de intrusismo?

-El intrusismo aquí no existe. Y me duelen esas acusaciones por injustas. Lo he dicho muchas veces. En mi casa no se hace medicina convencional, ni se inyecta, ni se toma nada. Todo se hace de forma natural y de la medicina solo se usa el esparadrapo y la venda. Y los Aromas de Xeve son requeridos por muchos profesionales.

-Es que usted creó escuela.

-Sí que he tenido muchos discípulos y colaboradores que empezaron conmigo y se han abierto camino por ahí adelante. Goyo, que estuvo en el Dinamo de Kiev, Senén, que fue fisioterapeuta de la selección nacional de fútbol...

-Dicen que ha sido siempre muy generoso y altruista, cuando podría estar millonario.

-Yo he atendido gratis a centenares de personas, deportistas, personalidades y paisanos normales. A mí Pontevedra me dio todo porque me acogió con un cariño tremendo. Pero yo también le di todo a esta ciudad. Nunca le cobré un duro ni al Club Pontevedra, ni a la Gimnástica, ni al Teucro y siempre me tuvieron a su disposición.