Arteixo y Abegondo amortizaron todo su pasivo, mientras Carral lo triplicó
19 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Por las cifras podría parecer que los tiempos de la austeridad han pasado y que los alcaldes se han liberado ya del cinturón que constriñe sus cuentas año a año. Así se explicaría que los 22 ayuntamientos de la comarca cerraran el pasado ejercicio con una deuda viva -solo con entidades financieras, dejando al margen a los proveedores- de 110,3 millones de euros, un 6,5 % más que los 103,6 millones que registraban a 31 de diciembre del 2011. Con estos datos, sobre cada uno de los 442.360 habitantes censados en la comarca pesaría una deuda de 249,4 euros, frente a los 234 de doce meses antes.
Pero, en realidad, solo seis municipios incrementaron el año pasado su endeudamiento. Y lo hicieron, principalmente, tras suscribir los créditos que les ofreció el Ministerio de Hacienda para que pudiesen hacer frente a los pagos pendientes con proveedores. A cambio tendrán que aplicarse aún con más afán a la receta de la austeridad, cumpliendo los planes de ajuste consensuados con el Gobierno. Un ejemplo claro es el de A Coruña, que el año pasado incrementó su deuda en 6,8 millones, al incrementar su pasivo financiero de 72,7 a 79,5 millones, un 9,3 % más, tras pactar con Hacienda un préstamo de siete millones para dejar a cero su deuda con proveedores. Un dato, el de la deuda viva de la ciudad que ofrece el Gobierno, que no coincide con el recogido en la liquidación del presupuesto municipal del año pasado, en el que se reducía la deuda con la banca hasta los 75,7 millones.
Además de A Coruña, también Culleredo, Oleiros, Paderne y Vilasantar incrementaron sus cuentas pendientes con la banca el año pasado, en muchos casos también a causa de planes de pago a proveedores. Pero nada comparable a lo sucedido en Carral, donde la deuda viva se sale de todas las gráficas. En solo doce meses, el endeudamiento del municipio pasa de 1,18 a 3,8 millones de euros, un 221 % más. Si se dividiese el dato entre cada uno de los 6.130 vecinos del municipio, les saldría a pagar 618 euros por cabeza, más del triple de los 192,5 que les corresponderían a finales del 2011.
En cualquier caso, pese a que el incremento de la deuda en Carral, también a causa del plan de ajuste pactado con Hacienda, no tiene parangón en toda la comarca, Miño sigue figurando, un año más, como el municipio más endeudado de la comarca, pese a reducir un 6 % su pasivo y bajar de la cuota psicológica de los 700 euros de deuda por vecino, al cerrar el 2012 en 669,6.
Tras Miño y Carral, los municipios que más le deben al banco, en términos relativos, son los de A Coruña (323 euros por vecino), Culleredo (317,1) y Vilasantar (262,4), todos ellos por encima de la media de los municipios la comarca.
Amortizaciones
En el polo opuesto se encuentran Abegondo y Arteixo, que en ambos casos consiguieron dejar su saldo pendiente a cero en el último un año, un hecho mucho más meritorio en el caso de este último municipio, ya que frente a los 220.000 euros que amortizó el primero, el consistorio arteixán mantenía a principios de año un pasivo financiero de 1,74 millones que decidió abonar a cargo del millonario remanente acumulado por el Ayuntamiento en sucesivos ejercicios.
La concejala de Asuntos Económicos de la localidad, María José Riveiro, explicaba ayer que, aunque el objetivo inicial era amortizar medio millón de euros, los cambios normativos, unidos a la buena salud de las finanzas municipales -con tres millones más de ingresos que los presupuestados inicialmente-, los animaron a saldar toda la deuda, de forma que las cantidades que hubiesen tenido que afrontar en concepto de pago de préstamos en este y futuros ejercicios se podrán destinar a inversiones.
Arteixo y Abegondo se unen así al club de los municipios libres de cargas con los bancos, un grupo que hasta ahora solo integraban Aranga, Cesuras, Coirós, Irixoa y Vilarmaior, todos ellos con una población muy baja, ya que el mayor de ellos, Cesuras, tiene una población de 2.174 vecinos. Eso sí, cuando se produzca la fusión con Oza, estos tendrán que compartir la deuda que tienen sus vecinos, de 141.000 euros.
Los créditos para pagar a los proveedores, causa del mayor endeudamiento