La capacidad de destrucción del medio ha aumentado, pero también la conciencia de la protección
14 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los participantes en la mesa redonda señalaron que el límite a las actuaciones que se pueden realizar en el medio natural debe ponerlo la legislación, aunque José Luis Rabuñal señaló que «se puede ser incluso más generoso y no solo atenerse al cumplimiento». Suso Vilar incidió en esta visión y explicó que «o río é como unha tarxeta de crédito, se todos os días collo cartos e non ingreso acaba por quedar valeira». Por eso motivo recomienda que «anque se podan coller dez troitas, se con seis temos abondo é mellor deixar as catro no río». Dijo no ser partidario de la pesca sin muerte «porque acabarei só no río» y señaló que cuanta más gente haya mayor será la vigilancia.
Carlos Muñoz también incidió en la necesidad de hacer cumplir la ley que dijo que era muy proteccionista, aunque reconoció que hay países europeos que están mucho más avanzados que el nuestro.
También incidió en la necesidad de ordenación Luis Ferreiro, que pide ordenanzas a los ayuntamientos para el aparcamiento de autocaravanas. Víctor Santos señaló que en la playa de Soesto llegó a contar 20, a pesar de que se trata de una zona que no está habilitada para este tipo de turismo y José Luis Rabuñal recordó que la incidencia de los visitantes a Traba ha aumentado desde que ordenó la playa, pero señaló que las pasarelas colocadas impiden que vehículos y también autocaravanas «pasen por encima de las dunas».
El ornitólogo señaló que la capacidad de destrucción del medio ambiente se ha incrementado, pero también ha aumentado la conciencia de la protección. Con esta afirmación estuvieron de acuerdo todos los presentes. Carlos Muñoz señaló que la mayor parte de los daños se producen «por falta de conocimiento, pero también por dejadez e incluso por maldad».
Tanto el jefe territorial de Conservación de la Naturaleza como el técnico de deportes del Concello de Vimianzo señalaron que para la protección del medio ambiente es imprescindible que la gente acuda al monte, porque no se puede respetar lo que no se conoce.
Miguel Mato, por su parte, no quiso hacer distinciones entre la población de la zona rural y de la urbana y explicó que, desde su punto de vista de profesor, apenas hay diferencias entre la forma de pensar de sus alumnos de la zona de Riazor, en A Coruña, y sus conocidos de Ponteceso. Carlos Muñoz había señalado antes que había más conciencia medioambiental en los urbanitas, pero también más desconocimiento del medio.