Ocho conductores han superado este año en Carballo el 0,60 en alcoholemias

Marta Valiña CARBALLO / LA VOZ

FIRMAS

El récord lo batió el conductor de un Porsche, que cuadriplicó la tasa legal

03 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Seguro que la mayoría de los que nacieron antes de finales de los ochenta recuerdan perfectamente aquella inolvidable campaña que la Dirección General de Tráfico puso en marcha en 1985 y en la que Stevie Wonder repetía eso de «si bebes, no conduzcas». Inolvidable anuncio, pegadiza canción y repetidísima frase, aunque da la impresión de que el mensaje no caló en el subconsciente de todos.

En lo que va de año, los agentes de la Policía Local de Carballo ha interceptado a ocho conductores con tasas de alcoholemia superiores a 0,60 gramos por litro de aire espirado y que habían cometido alguna infracción de tráfico o se vieron implicados en accidentes. Es decir, todos ellos ofrecieron tras la prueba un resultado casi dos veces y media más de lo permitido por ley (el límite para conductores con más de dos años de carné es de 0,25) y suficiente para ser imputados por un delito contra la seguridad del tráfico, que además de suponer la pérdida de seis puntos del cané de conducir puede implicar entre 1 y 4 años de retirada del permiso.

La mayoría de las súper-alcoholemias se producen durante los fines de semana o en vísperas de festivos y la pasada Semana Santa, sin ir más lejos, los agentes de Carballo atraparon a dos conductores con alcoholemias positivas. Muy positivas: 1,01 y 0,77. Suficiente, para convertirse, tal y como demostraron ambos, en peligros al volante. El primero porque impactó con su vehículo contra la terraza de un bar, se dio a la fuga y posteriormente fue interceptado. Apenas 24 horas antes, la Policía Local dio el alto a otro piloto que circulaba haciendo eses y que estuvo a punto de colisionar contra un coche de la Guardia Civil.

Daños a otros coches

Los choques contra vehículos estacionados parecen ser la tónica en todos aquellos que conducen tras haber bebido de más. A principios del pasado marzo, por ejemplo, los agentes de la Guardia Civil de Carballo descubrieron, a primera hora de la mañana de un domingo, a un vecino de Bértoa de 30 años dormido en el interior de su vehículo. Antes de rendirse en los brazos de Morfeo, el hombre había chocado contra un Mercedes correctamente aparcado, que desplazó más de dos metros. Dio 0,85 en el primer test de alcoholemia, 3,4 veces más de lo permitido.

Unas semanas antes, el 26 de enero, de nuevo un sábado por la noche, los agentes de la Policía Local de Carballo se encontraron con uno el caso más llamativos de lo que va de año cuando los propios vecinos los alertaron de que algo extraño estaba ocurriendo en la calle río Anllóns: un Porsche haciendo trompos y quemando rueda. El vehículo fue interceptado delante de un club de alterne y en el interior del coche estaba un vecino de Coristanco, de casi 50 años, visiblemente afectado por la bebida. De hecho, batió el récord del año: 1,11 gramos de alcohol por litro de aire espirado, 4,4 veces más de lo permitido. En la segunda prueba el resultado solo fue ligeramente inferior: 1,05. Según las estadísticas, estaba al borde un coma etílico, totalmente incapacitado para ponerse al volante.

No menos llamativa fue última gran alcoholemia del 2012 en Carballo. Y curiosa. Pocas horas antes de la medianoche del día 31 un vecino de la localidad se presentó en el cartel de la Guardia Civil para denunciar los daños materiales que había descubierto en su flamante Mercedes Clase E. Algo no cuadraba en su historia, y los agentes pidieron a sus compañeros de la Policía Local que le practicasen la prueba de alcoholemia al denunciante. Casi mismo tiempo, además, los policías descubrían varios coches estacionados en la calle San Xoán Bautista con destrozos similares. Las investigaciones desvelaron que todos los daños habían sido causados por el conductor denunciante, que había decidido hacerse pasar por un damnificado más para escapar del atolladero en el que se había metido por unas copas de más.