El docente aboga por fomentar la colaboración entre China y Galicia
25 mar 2013 . Actualizado a las 22:28 h.Algunas trayectorias vitales son sinónimo de valentía, inquietud y superación personal. Así podría describirse la del ourensano Modesto Corderí Nóvoa. A sus 32 años, trabaja como profesor de español en la universidad de Lenguas Extranjeras de Pekín y en dos colegios de esa misma ciudad.
En su caso no fue tanto la necesidad de encontrar un trabajo como la fascinación por el mundo oriental lo que le animó a poner miles de kilómetros entre él y su ciudad natal. Fue un sentimiento que tuvo cuando, a los 21 años, viajó por primera vez a Asia. «En el año 2002 pasé un mes en Japón y otro mes en China. Me fascinó la cultura oriental y vi que el futuro estaba en Asia, y no en Europa ni en América».
Seguramente no se equivocaba, pero para él aún no era el momento así que, de vuelta a Ourense, continuó sus estudios. «Terminé la carrera de Ingeniería Técnica en Informática de Gestión por la Universidade de Vigo. Al terminar, con dos amigos montamos una empresa que daba servicios informáticos y además ofertaba la enseñanza de chino y japonés. Era la primera de este tipo en la ciudad». Él mismo reconoce que quizás la idea se adelantó al tiempo, y no fue como esperaba, por lo que no quiso aguardar a que las cosas cambiasen y decidió que debía seguir formándose. «En 2006 vendí mi parte y me fui a Australia. Allí en la University of New South Wales en Sídney estudié un curso que habilita para ser profesor de inglés en todo el mundo. Tenía muchos compañeros asiáticos y especialmente chinos, que confirmaban mi teoría del excepcional crecimiento de China». No es difícil imaginarse lo que pasó después. «El siguiente paso lógico estaba claro para mí, así que en septiembre de 2006 regresé a Pekín y me matriculé en la universidad. Así comenzaron una serie de aventuras que todavía continúan», asegura. Mientras estudiaba la licenciatura en filología china aplicada por la Universidad de Lengua y Cultura de Pekín, donde se graduó cum laude, comenzó a trabajar como profesor colaborador de castellano en el Instituto Cervantes. «Tuve la fortuna de vivir acontecimientos históricos como los Juegos Olímpicos de 2008». En el último año de carrera empezó a trabajar en la embajada de España pero ahora se dedica íntegramente a la docencia. «Dar clases a niños, universitarios y adultos en China me ha enseñado a valorar más y comprender mejor mi propia cultura. Creo que para vivir en el mundo de hoy, es imprescindible conocer China», afirma.
Pero también sabe que es cada vez más importante saber la lengua castellana y prueba de ello es que muchos alumnos chinos ya trabajan España o Latinoamérica, algunos en filiales de empresas de aquel país. Él tiene su propia propuesta: «Es necesario potenciar el estudio del chino mandarín en Galicia y los intercambios culturales y comerciales con China, para no perder el tren del futuro. Debemos buscar sinergias y puntos comunes para cooperar con China, y por eso creo que deberíamos plantearnos seriamente el proyecto ?dragón con grelos?. Quien sabe...
modesto corderí nóvoa Profesor de castellano en china