«En el 2014, el Museo podría cobrar una entrada simbólica»

Manuel Blanco PONTEVEDRA / LA VOZ

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Ana Isabel Vázquez, en las espectaculares escaleras del Sexto Edifcio del Museo.
Ana Isabel Vázquez, en las espectaculares escaleras del Sexto Edifcio del Museo. ramón leiro< / span>

La diputada cree en el potencial de la institución como motor económico

18 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ana Isabel Vázquez habla despacio pero claro. Cree en el futuro del Museo como motor cultural, social y económico, y anticipa que el año que viene se podría establecer una entrada simbólica para ponerlo en valor.

-Después de toda la polémica que suscitó la supresión del museo como organismo autónomo, ¿En qué se ha notado?

-Que el Museo haya dejado de ser un organismo autónomo para convertirse en un servicio no ha afectado a nada que el público pueda percibir. Se nota en que tenemos una administración más ligera, en que es más eficiente y que resulta más económico. Pero desde luego no se ha visto afectado para nada en nuestras actividades, como el público ya ha podido notar.

-Hace unos días licitaron el equipamiento del edificio Sarmiento. ¿Estará listo en verano?

-Está pendiente de que la empresa presente el proyecto. Según hemos calculado, para finales de julio o mediados de agosto podría estar, aunque eso depende de las dificultades que puedan aparecer en el montaje de las piezas.

-¿Y el restaurante?

-El restaurante quizás va un poco más lento, pero lo habrá donde estaba ubicado. Falta el equipamiento y tendremos que lanzar el concurso. Seguramente, cuando se abra el Sarmiento no estará, pero habrá un restaurante porque creemos que será un motor para el propio museo. Los mejores museos del mundo cuentan con su propio restaurante y este no lo es menos.

-¿Lo inaugurarán el 10 de agosto, coincidiendo con la apertura del Museo en esa fecha de 1929?

-Lo intentaremos. Estamos justos de tiempo, pero vamos a trabajar para ello.

-Esta es una pregunta de filosofía. El museo se abrió en el 29, el paradigma de la gran crisis económica y probablemente la comparativa más socorrida con el momento actual. ¿Compensa invertir en cultura en una situación como esta?

-Compensa siempre. La cultura puede estar comunicada con el turismo y con otras áreas que contribuyen al desarrollo social y económico. No hay que verlo como algo al margen y cuya única misión es entretener. En este momento tan complicado, invertir en cultura es invertir en las personas y por supuesto también en un motor económico de una ciudad y una provincia. De hecho, ahora mismo somos de los pocos museos que no ha perdido visitantes, sino que los han ganado. Y esa tendencia va a seguir en cuanto se abra el Sarmiento y se completen los demás edificios.

-En España hay varios ejemplos de museos cuya inversión está hoy cuestionada, como el Gaiás o el Niemeyer, pero también existen otros, como el Guggenheim de Bilbao, que han jugado un papel de dinamizador económico y social. ¿Tiene el Museo de Pontevedra este potencial?

-El Museo de Pontevedra tiene una personalidad propia muy acusada. Es el mejor museo a nivel nacional en su ámbito, incluso internacional, y se caracteriza por ser muy diferente a todos los demás. Trabaja además con todos los públicos por lo que esperamos conseguir ese objetivo. Que sirva como motor cultural, desde luego, pero también económico para la ciudad y la provincia. Queremos además que las actividades y colecciones del Museo no se queden en la ciudad, sino que se lleven a otros ayuntamientos de la provincia.

-Una vez terminado el Sarmiento, ¿Empezarán con el primer y segundo edificio, los más antiguos?

-Ya estamos trabajando en ello. Los arquitectos de la Diputación y los técnicos del Museo están trabajando en un plan director para ver qué tipo de reformas necesitan los edificios centrales, que son los más antiguos y que por tanto precisan mejoras. Estamos trabajando para dividir esas obras en fases porque siempre hemos conseguido evitar el cierre cuando estamos en reformas, algo que no hacen la mayoría de los museos. Nosotros, en esas fases, seguimos manteniendo la actividad y paliando las partes que no se pueden visitar con otras. Para entonces ya tendremos no solo el Sexto Edificio, sino el Sarmiento, e intentaremos mantener en los edificios centrales colecciones nuevas.

-¿Y eso cómo lo harán: compra de obras, donaciones, depósitos?

-Compramos bastante obra en los últimos años y hemos recibido muchas donaciones y depósitos. Y seguimos en ello. No descartamos comprar obra, aunque está claro que no al nivel de años anteriores. Tenemos además una donación muy importante que realizó una persona y cuyo acuerdo está pendiente de cerrarse. Y por último está la opción de captar depósitos con instituciones con las que ya trabajamos, como es el Museo del Prado.

-¿Se han planteado en alguna ocasión la posibilidad de cobrar?

-No este año, desde luego. Quizás de cara al año que viene se podría plantear esa posibilidad. Pero sería algo simbólico, una cantidad muy pequeña, de alguna forma para ayudar también a mantener la actividad y a poner en valor los contenidos que alberga el Museo.

-En la Tate Modern, en Londres, hay unas urnas en las que se le pide al visitante la voluntad.

-Esa sería otra posibilidad, porque de cobrar sería una cantidad simbólica. Con el todo gratis, en ocasiones el público no aprecia el valor de lo que tiene delante.

ana isabel vázquez reboredo

diputada provincial de cultura