Diseño de Carballo para México

Cristina Abelleira CARBALLO / LA VOZ

FIRMAS

El taller de escayola del centro ocupacional de Aspaber fabrica losetas y cornisas para tiendas de la diseñadora Carolina Herrera

11 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En los veinticinco años que lleva en funcionamiento, de la fábrica de escayola de Aspaber han salido miles de piezas. Fue el primer taller que puso en marcha la Asociación de Padres de Disminuidos Psíquicos de Bergantiños cuando inauguró el centro ocupacional del barrio carballés de A Brea y tuvo mucho trabajo durante el bum de la construcción. Pero, como en el resto del sector, la crisis ha resultado más dura de lo que se esperaba.

Sin embargo, Aspaber ha sabido mantener la parte de fabricación artesanal que perdieron muchas empresas, y hoy es uno de los pocos talleres de fundición que siguen en activo en Galicia. Gracias a esa fortaleza no ha dejado de recibir pedidos de particulares y, sobre todo, de empresas. Pero en estos momentos el equipo que trabaja a las órdenes del maestro escayolista Luis Oreiro Pena está centrado en un envío para México. A través de un intermediario ha conseguido un contrato para fabricar las losetas y las cornisas que decorarán los techos de las tiendas de la diseñadora venezolana Carolina Herrera.

Desde que empezó el 2013 ya han salido de Carballo trescientas baldosas con destino a México, y hay otras tantas y unas sesenta cornisas a punto para embarcar. Pero la fabricación continúa, porque todo apunta a que el contrato se prolongará. «En principio queren que teñamos sempre un stock de cen pezas», señala Luis Oreiro, que supervisa minuciosamente todo el proceso de manipulación para que el producto quede «perfecto».

Todas las piezas se realizan artesanalmente. Pero antes de conseguir el resultado deseado por el cliente hubo un proceso laborioso. A partir de la muestra que la empresa envió a Aspaber, el maestro escayolista elaboró moldes de silicona con las famosas iniciales de la diseñadora que ahora mismo son únicos en el mundo, y que prácticamente garantizan la continuidad de los pedidos para decorar tiendas nuevas o reformadas en cualquier lugar del mundo. Pero solo en silicona hubo que invertir unos 900 euros, por lo que del taller tienen que salir muchas losetas a 4,5 euros y muchas cornisas a 14 para amortizar el gasto inicial y hacer rentable la actividad. De todos modos, tanto Luis Oreiro como Dolores Fernández, directora del centro, insisten en que lo importante no es tanto la ganancia como seguir manteniendo la actividad y que se garantice la continuidad del taller y de los trabajadores. «Para eles é moi bo, ademais, que vaian facendo cousas novas e que se vaian especializando», destaca Fernández. Todos los operarios tienen mucha experiencia. De hecho, algunos empezaron en el taller de escayola cuando abrió, hace 25 años.

Gracias a los almacenes y «ao boca a boca», la labor de Aspaber traspasa las fronteras de Carballo y de la comarca. La asociación ha apostado por oficios artesanales y por trabajos muy específicos que le permiten tener contratos continuados con empresas como Conservas Calvo, Galopín o La Voz. Se atreven con todo, y tanto realizan un mailing para la Diputación como confeccionan cajas para Mineira de Corcoesto. Todo ayuda, y más en estos tiempos de recortes por parte de las Administraciones, para mantener un pie un centro que garantiza la integración sociolaboral de 135 personas discapacitadas.

Integración sociolaboral