El deterioro político en Santiago y en Ourense

FIRMAS

10 mar 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Se había hecho popular en los años noventa la canción Todo está en los libros versionada por Vainica Doble. Y hay un libro, que sigue siendo el más vendido y el más traducido de todos los tiempos, que ayuda a entender algo de lo que ocurre en la política española y, por ende, en la ourensana. Dice la Biblia en uno de sus capítulos: «¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano». La cita viene como anillo al dedo a lo que acontece en los Concellos de Santiago y Ourense.

En el Parlamento de Galicia, la diputada socialista Beatriz Sestayo inquirió de la Xunta su criterio sobre la eventual disolución del Concello santiagués porque la imputación de dos alcaldes y tres ediles, amén de algún funcionario, «ocasiona un gravísimo deterioro da imaxe da capital de Galicia». Y tiene razón la diputada del PSOE. Lo que pasa es que al Concello compostelano, gobernado por el PP, no le va a la zaga el de Ourense, liderado por el PSOE.

Mientras en Santiago el PP gobierna con mayoría, en Ourense el PSOE lo hace en minoría tras retirarle la confianza el BNG. Mientras en Ourense tres imputados no están en la cárcel por haber pagado distintas fianzas, en Santiago tan solo pesan sobre ellos las imputaciones. ¿No sufre Ourense un «gravísimo deterioro da imaxe»? ¿Cómo puede gobernarse un Concello de 27 ediles con 16 en la oposición? ¿Es un ejemplo de funcionamiento democrático lo que está ocurriendo a orillas de As Burgas con un exalcalde, un exedil y un exjefe de la Policía Local en libertad bajo fianza y dos concejalas pendientes de comparecer, como imputadas, ante el juez? ¿Por qué los socialistas ven la paja en el ojo ajeno (Santiago) y no la viga en el propio (Ourense)?

Aquí hay signos de ingobernabilidad que pueden resumirse en las recientes protestas de funcionarios en la Consistorial y en la situación, desvelada por La Voz, de 43 de los 57 bomberos que se niegan a realizar acciones como manejar la lancha neumática, asistir a las cabalgatas o hacer simulacros. ¡Cuánta hipocresía en esto de la política! Seguro que el ciudadano se harta de ver la falta de coherencia de los partidos a la hora de enfrentarse, según estén en el gobierno o en la oposición, a idénticos problemas. ¡Y después se quejan de su descrédito!

La frase: «Nosotros estamos de servicio las 24 horas aunque no llevemos uniforme». La pronunció Alejandro Páez Montesinos, guardia civil de Verín, después de haber abortado, en su día libre, el asalto a un hotel de Mérida por parte de un hombre armado. ¡Qué ejemplo de actitud cívica en estos momentos en que priman más la reivindicación de los derechos que el cumplimiento de los deberes!