Usura en el siglo XXI

Alicia Fernández

FIRMAS

03 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

A lo largo de la historia, cuando había ciclos económicos negativos, siempre han crecido como hongos los usureros; bien regados por esa lluvia persistente de la necesidad y la desesperación. Ahora pasa igual, pero con notables diferencias en las formas y responsabilidades.

Antiguamente el prestamista era persona discreta que aparecía en el momento oportuno, como una sombra, para envolver la desdicha a cambio del alma. Las prácticas de usura eran ilegales y estaban castigadas. Hoy en día los usureros son de guante blanco, visten de Armani y por la mañana van a misa. Quieren comprar al Padre a pesar de que su Hijo ya los sentenció: «Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de los cielos».

Pero ellos, pretenciosos y prepotentes, acostumbrados a comprarlo todo, lo intentan. Ahora la usura no es ilegal. Tampoco, a diferencia de otros países, hay fijados baremos para determinar lo que es usura. Aquí los políticos, vulgares marionetas, han cambiado las normas según les han ido dictando los poderosos.

Esta semana me comentaba un pequeño empresario que había solicitado una póliza de crédito en una entidad financiera, con gerifaltes de misa diaria. Le comunicaron que le aprobaban menos de la mitad de lo solicitado ¡al 12% de interés! ¡El dinero que todos les prestamos a ellos, a través de la UE o el Estado, a menos del 1%! ¿No es esto usura? ¿Es esta la forma que tienen de ayudar a las empresas para crear trabajo? ¿Dónde está el Banco de España o el Gobierno? Pero hay más. Para poder firmar esa operación tenía que suscribir un seguro de vida por ese valor (a pesar de tener uno por importe mucho mayor en la misma entidad) y contratar un seguro de jubilación, u otro producto, para todos los empleados.

Al decirles que le parecía una extorsión le contestaron que no, que era como las lentejas: o las tomas o las dejas. Algo similar al Chicago de los años 20 ¡Qué bendita paciencia tienen los ciudadanos para no echarse la calle y poner las cosas en su sitio por las bravas!

Cambiando de asunto, los socialistas barbanzanos iniciaron el camino para renovar sus representantes a nivel comarcal. El proceso, por primera vez, estará abierto a todos los militantes en lugar de realizarlo a través de delegados. Este sistema, sin duda, mejora la democracia interna y anima a la participación. Pero su reto más importante será realizar un debate de ideas y no de personas, como en los últimos años. El PSOE, a todos los niveles, está desnortado, acartonado y sin nada atractivo que ofrecer. Hace falta aire fresco. Proyectos y líderes creíbles. Hay que bajarse de la nube -léase coche oficial y jubilación dorada- y volver a caminar al lado de una sociedad que sufre lo indecible. Entre otras razones por sus errores en los distintos gobiernos. Esa renovación solo la pueden imponer las bases. Después, si tienen éxito, deben abrir las ventanas y sacudir las alfombras, le cueste a quien le cueste, para no cargar con el pasado.