Una de las propuestas podría ser para fabricar pellets
26 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los trabajadores de Tablicia, agrupados en Nova Tablicia, que constituirán la sociedad anónima laboral en esta semana, no son los únicos interesados en adquirir la planta de Nadela. A los administradores concursales les han llegado algunas propuestas, alguna desvinculada de la actividad que desarrollaba la planta y que podría estar relacionada con la fabricación de pellets, (combustible granulado fabricado con base de madera) pero, los verdaderos interesados en hacerse con la planta todavía no han asomado la cabeza. Todos los indicios apuntan a que lo harán en el momento en el que salga a subasta, que será dentro de unos dos meses. Esperarán hasta ese momento porque será el más adecuado para conseguir las instalaciones a un precio más barato, después de agotar otras vías del plan de liquidación.
Entre los posibles interesados se encuentran algunas empresas del sector, más que interesadas en restablecer la actividad, en evitar la competencia. Las propuestas no cubren las expectativas.
En el plan de liquidación del concurso, que cifra el activo en 15,3 millones y el pasivo en algo más de 45, se especifica que primarán la venta de la unidad productiva. En todo caso establece que no habrá adjudicación si la oferta es inferior al precio de los créditos contra la masa, junto con los de privilegio general.
Encontrar comprador a Interpanel, la planta de Benavente del grupo, no parece difícil, tanto por su situación como por el la propia fábrica que es más moderna. El caso de Tablicia se presenta más complicado. Todos los indicios apuntan a que, en caso de que reabra, lo hará con una producción muy inferior a la que mantenía y con muchos menos empleados.
Los administradores empezaron a aplicar su plan de venta directa de los activos. De las 14.000 toneladas de madera en existencias se hizo cargo una empresa de A Coruña, que compró la tonelada a 20 euros, que Tablicia se comprometió a pagar a los maderistas a 36 euros, Esta venta sublevó a los acreedores, que protagonizaron un plante de unas horas.
Por ahora la subasta no tiene fecha porque los administradores no agotaron el plazo de tres meses desde la aprobación del plan de liquidación, para la venta directa de los activos.
Los trabajadores ya advirtieron que presionarán para que la venta sea a una empresa que se haga cargo de la plantilla.