Los recortes ponen en jaque a los grupos de ayuda a enfermos

m. varela / m. valiña CARBALLO / LA VOZ

FIRMAS

JOSE MANUEL CASAL

Las asociaciones de la comarca reconocen que la falta de fondos podría provocar la desaparición de algunas entidades

24 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Si sus asociaciones desaparecen, muchos vecinos de la Costa da Morte, demasiados, quedarán desamparados. Las entidades de ayuda a enfermos y diversos funcionales de la comarca han asumido las competencias de las que deberían encargarse las Administraciones y sus responsables no dudan en emplear las 24 horas del día para que ningún afectado se quede sin el apoyo necesario. Pero su esfuerzo no es siempre suficiente. Los recortes económicos han supuesto un jarro de agua fría para estas asociaciones y la falta de subvenciones pone en peligro su continuidad. «Avanzamos moitísimo nos últimos anos e, por desgraza, agora empezamos a ir cara atrás, porque aumenta o número de usuarios, pero os cartos non chegan», se lamentaba uno de los participantes en la mesa redonda organizada por La Voz de Galicia y Radio Voz Bergantiños. En el encuentro, celebrado en el complejo del Fórum Carballo, participaron el presidente de la asociación Íntegro, Adolfo López Baña; la directora de la Asociación de Pais de Discapacitados Psíquicos de Bergantiños (Aspaber), Loli Fernández García; la directora de servicios de la Asociación Pro-Enfermos Mentales (Apem), Esther Monterroso Martínez; el presidente de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Afaber), Suso Villar Antelo; el presidente de la entidad antidroga Vieiro, José Manuel Vázquez Gómez; la responsable comarcal de la Asociación Galega de Fibromialxia (Agafi), Loli Cambón España, y la presidenta de la junta local de Camariñas de la Asociación de Lucha Contra el Cáncer, Pilar Insua Méndez.

Todos ellos comparten un objetivo común -«servir de axuda aos cidadáns», resumió la responsable de Apem-y coincidieron en que sus entidades nacieron para cubrir el hueco dejado por la propia Administración. «Ten que quedar claro que cando pedimos subvencións, non pedimos esmola, senón que o facemos polo benestar dos cidadáns, facendo o que tiñan que facer os gobernos», recordó Esther Monterroso.

«A Administración ten que ser a responsable de resolver os problemas dos cidadáns, pero en moitos casos estámolo facendo nós», insistió.

Sin embargo, los participantes en la mesa redonda se quejaron reiteradamente de que aunque las necesidades de la ciudadanía crecen año tras año, las ayudas económicas caen en picado, lo que podría provocar la desaparición de muchas entidades.

«Moitas subvencións e axudas parece que se dan a dedo ou a entidades amigas», se quejó el presidente de Vieiro, quien lamentó que su asociación se ha visto obligada a suspender actividades de prevención en dos institutos carballeses debido a la falta de fondos.

El 85 % de la financiación de este tipo de grupos, explicaron, provienen de las arcas públicas, así que es más que evidente que las cuotas de los socios y de los usuarios es insuficiente. «E menos hoxe en día, na que moitos dos nosos usuarios deixan de vir porque as súas familias non poden afrontar o que teñen que pagar e en moitos casos a pensión do enfermo son os únicos cartos que entran nas casas», explicó Suso Villar, de Afaber.

«A xente deixa aos enfermos na casa, como antes, porque non poden pagar os seus tratamentos e nós temos que ir polas portas, buscándoos, igual que faciamos hai 30 anos», confirmó Loli Fernández, de Aspaber.