1 Una consumición por un beso, una flor a cambio de comida solidaria, un sorteo de premios para disfrutar en pareja... La magia de San Valentín estuvo muy presente ayer en la ciudad, aunque Cris Camba, que se dedica al diseño floral, estaba un poco fastidiada porque tan solo ocho personas se acercaron por su tienda para donar comida para la Cocina Económica a cambio de una flor. En el centro comercial Espacio Coruña dedican esta semana al amor y ayer también regalaron flores a los clientes. Hoy ofrecen la posibilidad de participar en un taller de decoración de galletas. En el establecimiento La Piadina Riminese de Marineda City comenzaron ayer con una promoción especial que consiste en regalar una piadina (una masa de pan sobre la que se combinan distintos productos) a la pareja que se dé un beso en el momento de hacer el pedido. «Algunas empleadas del centro comercial nos preguntaron si valía si se daban ellas el beso», comenta el propietario del negocio.
Cocinar papeletas
2 Mientras tanto en The Style Outlets de Culleredo se celebró el sorteo de tres premios para disfrutar en pareja, un viaje a Madrid para asistir a una función del Circo del Sol, una sesión fotográfica profesional y un tratamiento relax. Los encargados de extraer las papeletas de la suerte fueron la pareja de cocineros Beatriz Sotelo y Juan Crujeiras, de A Estación de Cambre, que utilizaron sus útiles de trabajo para remover. Y coincidiendo con el día de San Valentín se presentó una agencia, Más Valor, que, entre otras actividades, organiza eventos especiales, como las denominadas pop-up. Las emprendedoras Fernanda Fernández, Dolores Diz y Gelines Romero reunieron ayer en el espacio The Room de la calle Santiago a distintas empresas que apuestan por el diseño y la creatividad con el objetivo de enseñarles otra forma de vender. «Estamos emocionados con la iniciativa. Ya que hay nuevos hábitos de comprar habrá que adaptarse», apunta Dolores. Ya ven que el día de San Valentín dio para mucho.
Con Fernando Prieto
3 Hacía algo más de dos años que el coruñés Fernando Prieto no inauguraba exposición en su ciudad. La última fue una retrospectiva en el Kiosco Alfonso. Desde ayer presenta sus últimas creaciones en la galería Xerión, de la calle de Modesta Goicouría, al lado del hotel Riazor. «Son treinta obras de tamaño mediano y tres grandes. Sigo la línea que tenía pero cada día más vanguardista. El surrealismo le va pisando al realismo», analiza este artista de 65 años muy bien llevados que desde hace una década se dedica cien por cien a la pintura. «No me importa decir la edad, mientras esté bien presumo de años», comenta sonriente Fernando. Cuenta y no para de su reciente experiencia por Sudamérica, de su exposición en Chile, de la conferencia que ofreció en la Casa de las Américas o del contacto que estableció con otros creadores como él.