Ocho alcaldes cobrarán menos si se aplican los topes de la FEMP

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

Los cambios en el total de las nóminas en la zona serían mínimos

03 feb 2013 . Actualizado a las 07:04 h.

Cambiarlo todo para que nada cambie. Esa podría ser la conclusión de la aplicación de la normativa sobre topes salariales de los alcaldes que diseñan la FEMP y el Gobierno. Si el objetivo que se esconde tras esa norma es intentar racionalizar gastos y evitar excesos, llevarla a la práctica en el área coruñesa solo serviría para variar la cifra total que se dedica a nóminas de regidores mínimamente.

La propuesta de la FEMP, todavía sin aprobar, pasa por limitar los pagos a los mandatarios de municipios de menos de 5.000 habitantes. La barrera se pondría en los 30.000 euros brutos anuales. Un trato diferente tendrían los de menos de 1.500 habitantes, que perderían sus ingresos regulares y se tendrían que conformar solo con dietas.

En los números gruesos nada cambiaría. Actualmente, los 21 alcaldes del área coruñesa cobran, en total, 697.916 euros. Con la reforma prevista, si los responsables políticos se ponen los máximos fijados -también podrían no hacerlo- pasarán a ingresar 686.916 euros, es decir solo 11.000 euros menos. En porcentaje se aprecia más la escasa rebaja: un 1,6 % menos.

Con todo, eso no significa que no haya cambios en las nóminas mensuales de los mandatarios. En estos momentos, los hay que no cobran cuando podrían hacerlo, y los hay que sí ingresan dinero público y deberán dejar de hacerlo si prospera la medida ahora en estudio.

Los más afectados por el recorte serían los regidores de Vilasantar y Vilarmaior, ambos municipios con menos de 1.500 habitantes. El primero cobra 38.000 euros al año y el segundo 32.000. Ambos tendrían que renunciar a esos salarios.

Se salvaría por los pelos Irixoa, donde no se aplicaría esa norma por superar, por dos vecinos, los 1.500 habitantes.

También los hay, como los presidentes de las corporaciones de Cesuras y Coirós, que podrían ponerse un salario de hasta 30.000 euros brutos y que ahora no cobran nada cuando tienen derecho, igual que el resto, a hacerlo. También el de Irixoa podría subir hasta ese tope, siempre y cuando mantenga el censo municipal por encima de los 1.500 vecinos.

En el resto de los casos, todos deberían afeitar sus nóminas, algunos levemente y otros en profundidad. Son ocho alcaldes del área los que verían reducidos las transferencias públicas mensuales a sus cuentas.

La tijera en las cuentas

Entre los más afectados por la tijera que se puede imponer por ley está el alcalde de Curtis, Javier Caínzos, que percibe algo más de 36.000 euros. Deberá quedarse con 6.000 menos, al menos de los fondos que recibe del Ayuntamiento, porque en el 2011 el regidor percibió otros 26.900 euros en dietas de NCG, además de las que pudo recibir de la Fegamp.

A otros 6.000 euros anuales debería renunciar el alcalde de Mesía, y a 7.700 su homólogo de Oza dos Ríos, si bien tras la fusión con Oza variarán los topes y quien quede al frente no estará sujeto a ese límite.

El resto de los alcaldes de municipios de menos de 5.000 habitantes verían mucho menos mermadas sus cuentas. El de Sobrado perdería 2.000 euros, el de Aranga, solo 500 euros y el de Paderne, 3.000 euros.

Más tranquilos deben estar los que gobiernan en ayuntamientos de más de 5.000 vecinos. A ellos, en principio, no les afectaría la tijera.