Las críticas por la falta de apoyos institucionales conviven con la voluntad de potenciar una actuación independiente
27 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La naturaleza, el origen y la finalidad diferenciada de las fundaciones de la comarca propician también una diversidad de criterios a la hora de abordar cuestiones como la relación con la Administración.
Desde Torre-Pujales, Encarnación Pisonero, se mostró muy crítica con la labor que desarrollan los responsables públicos en la actualidad, a los que acusó de «dejación de funciones» y de pasividad a la hora de dar a conocer y promocionar las actividades que realizan entidades como la suya.
También dijo echar en falta «un circuito oficial de museos y fundaciones» a nivel comarcal Ricardo Pérez y Verdes, aunque en su caso, el promotor del Museo Etnolúdico de Galicia sí destacó la total colaboración obtenido por parte del Concello de Ponteceso e, incluso señaló que fue esa disposición la que propició la elección de ese municipio para materializar su proyecto.
Félix Porto, presidente de López Abente y alcalde de Muxía, señaló, al igual que José Luis Fondo -Pondal y alcalde de Ponteceso- que no se debe generalizar al hablar de políticos y administraciones y se refirió a la mala situación económica de los ayuntamientos. «Non sei se eu son sociedade civil ou político, só sei que xestiono miseria e que facemos milagres co que temos», indicó con respecto a su faceta como regidor, aunque también cargó contra alguna Administración superior y respaldó las quejas de Mercedes Martín, vicepresidenta de la Fundación Man. Esta denunció que el Estado se ha apropiado de los 120.000 euros que el Alemán de Camelle dejó en su testamento para la preservación de su legado. Al respecto, la también concejala camariñana, señaló que no descartan recurrir a la Justicia para reclamar ese dinero.
Por su parte, Luciano Calvo apuntó que es preciso que las fundaciones actúen con autonomía y traten de no depender de la Administración. «Muchas veces -señaló- botámoslle a culpa ao papá Estado, pero o progreso ten que vir da base, non da cúspide da pirámide».
José Manuel Iglesias, de As Salgueiras, abundó en esa idea e incluso fue más allá al relatar su experiencia en el extranjero y reclamar un activismo ciudadano más intenso: «Non podo entender que a sociedade queira gozar daquilo que non respecta nin que haxa que ter un funcionario para limpar as praias. En Holanda a xente xúntase para limpar o monte, pero aquí temos unha sociedade mimada», se lamentó.