Además de agradecer la implicación de la Secretaría Xeral de Turismo, de la Asesoría Xurídica y del propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, en el respaldo a las tesis de Vilagarcía, Tomás Fole quiso ayer enviar un mensaje a la oposición: «Este alcalde va a pelear por los intereses generales de Vilagarcía hasta las últimas consecuencias y defender conjuntamente este proyecto, con la oposición, porque hasta hace año y medio eran gobierno y deben sentirse totalmente responsables por el nefasto seguimiento de Luz Salgada».
Cuando se gestó el programa y se obtuvo el crédito, el bastón de mando recaía en el socialista Javier Gago. Su opinión sobre lo ocurrido se extiende más allá de la que expresa Fole: «Si esta devolución se consuma, esto sería un fracaso de la corporación en su conjunto; es verdad que quien gobierna tiene la obligación de gestionar los acuerdos que se adoptan en el pleno, pero también quien está en la oposición tiene el deber de exigir que esos acuerdos se cumplan». La frustración, argumenta Gago, debe entenderse en toda su amplitud: «Justo cuando estalla la crisis Vilagarcía tiene la oportunidad de invertir 6 millones de euros, generando riqueza y empleo, pero desgraciadamente se desperdicia esta oportunidad».
El político socialista recuerda, por último, que cuando cambia la corporación, en el 2007, «estaban preparados los documentos administrativos y los pliegos para sacar a contratación un concurso de proyecto y obra, evitando así el despilfarro». Las obras, lamenta, podrían haber comenzado en el 2008.