Solo están acabadas dos obras del Plan Galicia de hace 10 años

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

FIRMAS

OSCAR CELA

Los retrasos en las autovías del interior podrían ser de una década

21 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El 24 de enero del 2003, en A Coruña, el Gobierno de José María Aznar celebró un consejo de ministros que tendría que cambiar la historia de Lugo si se llegasen a ejecutar en los plazos que se previeron. Finalmente, las promesas, los cambios en los gobiernos central y autonómico y la entrada en la crisis han hecho que la ambición de los diseños en los papeles se hayan quedado en meras esperanzas, en algunos casos, y en utopías, en otros.

Hasta el momento, la realidad es que solo dos obras se llegaron a finalizar por completo: la autovía Ferrol-Vilalba, que ya estaba comprometida con fondos europeos de la minería; y el corredor Nadela-Sarria, a pesar de que se llegó a prometer una autovía.

En el caso de los tramos gallegos de la Autovía del Cantábrico, prevista su finalización para el 2008, todavía restan por acabar dos, entre el alto da Xesta y Mondoñedo. Las previsiones más optimistas hablan de que podrían estar acabados este año, si finalmente se ejecutan los 64 millones presupuestados por Fomento para el 2013.

Los casos más flagrantes en cuanto a ejecución tardía son las autovías del interior de Galicia, Lugo-Santiago y Lugo-Ourense. Cuando se decidió su construcción se señaló la importancia estratégica que tendrían «para vertebrar el interior de la comunidad», favorecería la conexión con el norte de Portugal y daría acceso a los lucenses al aeropuerto de Lavacolla y al AVE atlántico.

A día de hoy, la autovía de Ourense está paralizada, con unas pocas obras hechas en el entorno de A Barrela; mientras que la de Santiago estuvo en farragosos trámites durante los mandatos en Fomento de Cascos y Magdalena Álvarez, tuvo un impulso importante en la primera parte de José Blanco en Fomento, hasta que los recortes, primero, y la crisis, ahora, han hecho que esté parcialmente paralizada. Ambas autovías deberían estar acabadas en el 2010 y en el mejor de los casos Lugo-Santiago podría abrirse en el 2017 (los presupuestos del Estado así lo consignan), mientras que la de Ourense es una incógnita.

Un AVE sin velocidad

La otra gran obra y promesa de aquel Consejo de Ministros de Aznar fue la ahora paralizada alta velocidad. El optimismo oficial llegó a incluir en aquel diseño sobre el papel que los lucenses tendrían un AVE a Ourense, por tanto a la Meseta, en el 2009. La realidad es que solo comenzaron unas obras en A Pobra de San Xiao (Láncara) y en Canabal (Sober), pero que a día de hoy están paralizadas. Y es que año tras año se han ido incluyendo partidas en los presupuestos del Estado que al final se no se llegaron a ejecutar.

En cuanto a otras obras que se diseñaron en aquel Consejo de Ministros el tiempo ha demostrado que fueron tan ambiciosas como ciencia ficción parecen vistas desde el 2013. Algunas de ellas ya eran en el 2003 de dudosa viabilidad o ejecución, como una autovía entre Monforte y Chantada o un AVE entre Monforte y Ponrerrada.

Otras infraestructuras tienen el compromiso político, pero falta el dinero para poder ejecutarlas. Por ejemplo, existe una comisión de alcaldes para que se construya la autovía A-76, entre Ponferrada y Ourense, atravesando la comarca de Lemos. Esta misma semana se reunieron los alcaldes y acordaron pedir a Fomento que se inicen las obras en los límites entre las provincia de León y de Ourense. Serían diez de los 160 kilómetros previstos y que supondría evitar el paso por los túneles de la N-120, que estuvieron cerrados por reformas a finales del pasado año. El alcalde de Ponferrada, el popular Carlos López, afirmó que trasladaran a Fomento la idea de que esta autovía es «irrenunciable»