Aficionados al buceo descubren en Viveiro cañones del siglo XVI

S. SERANTES VIVEIRO / LA VOZ

FIRMAS

PEPA LOSADA

Aparecieron en una zona de Area donde hay más restos fosilizados

13 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

 Azar y curiosidad han hecho posible un hallazgo arqueológico en Viveiro. Una pareja de aficionados al buceo ha descubierto dos cañones que probablemente formaban parte del equipamiento de un buque que se fue a pique a finales del XVI. Aparecieron en una zona frecuentada por submarinistas. Allí continúan, como durante los últimos cuatrocientos años, sin señalización y sin más protección que la del mar, la dificultad de localizarlos y de extraerlos.

Eduardo Losada y su pareja Noli Rivera recuerdan que los encontraron en agosto del año pasado. Él aún se sorprende porque asegura haber pasado por el mismo lugar decenas de veces, buceando. Pero ese día, el 24 de agosto, festividad de San Bartolomé, Eduardo se sumergió y se percató de que en el fondo de arena sobresalían dos objetos, cubiertos de algas y otras incrustaciones. No le quedaron demasiadas dudas, pero regresó días después, ya con botella de oxígeno, y lo confirmó.

No acabó de creerse la importancia del hallazgo hasta que no volvió a verlos con un investigador naval. Con su asesoramiento, relata Eduardo, constataron que no eran cañones aislados y que en el entorno hay otros restos fosilizados. El investigador les dijo que, por la situación, podrían corresponder a un barco de cuyo naufragio hay constancia documental, el San Bartolomé. Al menos que se sepa, los primeros vestigios de ese buque serían esos dos cañones, los que encontraron Eduardo Losada y Noli Rivera.

Juan Ignacio Crespo, de Argos Arqueología, empresa a la que Patrimonio de la Xunta le encargó la primera carta arqueológica subacuática de A Mariña, ha constatado que el pecio del San Bartolomé es uno de los de la ría viveirense «documentado de forma exhaustiva».

Patrimonio de la Xunta se limitó a agradecerlo y la Armada investigó el hallazgo

Asesorado por el investigador naval, Eduardo Losada explica que cumplió con su obligación de dar cuenta a Patrimonio de la Xunta del hallazgo de los dos cañones. Le respondieron dándole las gracias por comunicarlo. A finales de octubre del año pasado, la Unidad de Buceo de la Armada con base en Ferrol eligió la ría de Viveiro para adiestrarse. El comandante de esa fuerza militar sí se puso en contacto con Eduardo Losada, quien les indicó la ubicación de los dos cañones. Los militares elaboraron un informe, confirmando que probablemente pertenezcan al buque San Bartolomé, explica Eduardo Losada.

Desde entonces, ese buzo aficionado ha vuelto al lugar donde están sumergidos los cañones. «Alí siguen, cada un deles pode pesar unhas dúas toneladas, fan falla medios para sacalos, pero non é imposible», explica.

La hipótesis de que sean del San Bartolomé

En su trabajo de la primera carta del patrimonio subacuático de A Mariña, el arqueólogo Juan Ignacio Crespo y su equipo han hallado documentación que da cuenta de la pérdida en la ría de Viveiro el buque «San Bartolomé». Ocurrió en noviembre de 1597, el barco pertenecía a la flota de 136 de la Armada del Océano. Al mando de Martín Padilla, habían zarpado el 19 de octubre de 1597 de A Coruña, «con objeto de desembarcar en Falmouth un ejército expedicionario». Ante las adversas condiciones meteorológicas, tuvieron que desistir de su intento de recalar en la costa inglesa y se dispersaron por puertos peninsulares. En ese naufragio fallecieron tripulantes y pasaje y se perdieron 90.000 ducados