1 «De todos los colores. Me venían de los distintos partidos y aquí hacían reuniones», comenta Marcelino Pereira Pintos, durante la última década responsable del mítico Verdura, en la plaza de María Pita, el bar oficioso del Ayuntamiento. Con el final de año el hostelero decidió cerrar y estos días el local permanece cerrado con el siguiente enfado de los habituales, entre ellos muchos periodistas. «Digamos que estoy semijubilado. Son cosas que surgen. Parte del culpa es mía, parte del dueño del bajo y parte de la crisis», argumenta este veterano de las barras que empezó a trabajar con 14 años de botones en el histórico establecimiento La Mezquita. «Llevo medio siglo en el mundo de la hostelería, y 35 de ellos en María Pita porque estuve 25 en el Riotinto», recuerda. El bar, bautizado como Verdura por el apellido del dueño, abrió a finales de los sesenta, y se convirtió en una referencia de la plaza más visitada. «Todo el que viene a Coruña pasa por aquí», apunta Marcelino, decidido a mimar su salud a partir de ahora. «Después de tanto tiempo estaba hecho una patata y tengo que aprovechar para ir a los médicos y recuperarme un poco. Necesito ir al taller», comenta con simpatía Marcelino, al estilo de las declaraciones al entrar en el hospital del mismísimo Rey, que también habló del taller. Es posible que pronto aparezca otra persona que se haga cargo del negocio, cuyas paredes fueron testigo de infinidad de conversaciones claves en la historia municipal. Un concejal con el que coincidí ayer me comentó: «Es una pena, yo me enteraba de más cosas en el Verdura que en el propio Ayuntamiento».
Corroto y Borrajo
2 Qué casualidad. Sobre la una de la tarde saludé en los estudios de Radio Voz a Moncho Borrajo, que habló en el programa Voces de Galicia del espectáculo Golfus hispanicus, que representará del 16 al 20 de enero en el Colón. Justo a la misma hora recibí un correo de Yolanda Ferrer en el que me informaba de que el 21 de enero tendrá lugar una exposición-homenaje a Salvador Corroto, el inolvidable galerista, coleccionista, y experto en arte, que nos dejó hace menos de un año y que tenía a Moncho Borrajo como uno de sus grandes amigos. «Habrá una obra de cada de uno de los artistas que tuvieron especial importancia para Salva. Será en el Ayuntamiento, que está colaborando muchísimo con los organizadores», explica Yolanda. También gestionan la concesión de la medalla de las artes.
Peluches solidarios
3 Empleados y clientes de Ikea participaron en una campaña solidaria Peluches para la educación. Por la compra de uno de esos peluches donaban un euro a proyectos de Unicef y Save the Children. Pero además dejaron más de 400 en una urna instalada a la salida de la instalación comercial que en las últimas horas fueron distribuidos entre los niños de las asociaciones Aproinfancia y Equus Zebra y usuarios de la Cocina Económica.