Mientras el conflicto de Cuca está todavía dando sus primeros pasos, el de otra conservera, Alfageme, lleva más de tres años enquistado sin que por el momento nadie sea capaz de apostar a caballo ganador sobre su continuidad o su cierre definitivo. Mañana, el juzgado de lo Mercantil número tres de Vigo procederá a subastar los bienes del grupo Alfageme, concretamente la marca Miau, la planta de Vilaxoán y la de Ribadumia.
El sindicato Comisiones Obreras se pronunció ayer acerca de esta subasta. La central considera positivo que la Xunta se haya decidido a pujar por los bienes de Alfageme haciendo valer su posición como acreedor principal en el proceso concursal. Esta es, dice CC.OO., «la solución más adecuada y natural para resolver este proceso». Es más, debería haberse hecho antes, de manera que hoy estuviese «resuelto el futuro de las fábricas y el de los trabajadores».
Mañana es la subasta, y CC.OO. confía en que a partir de entonces pueda encauzarse la solución a este conflicto. El sindicato cree que si se abre un nuevo plazo para la presentación de ofertas no debe ir más allá de quince días, puesto que ya hay dos empresas que manifestaron su interés en el anterior proceso, El Consorcio y Pescamar, que «perfectamente podrán desarrollar sus planes de expansión industrial con el consiguiente beneficio para el empleo y el desarrollo económico de la comarca».
Comisiones espera que, una vez que se produzca la adquisición por parte de la Xunta, esta convoque a los sindicatos y exponga el procedimiento y los plazos para hacer efectiva la reactivación industrial de las plantas arousanas. A su juicio, la Xunta debe tener muy en cuenta las propuestas de empleo en una comarca muy castigada por la crisis y que tiene, además, unas elevadas tasas de paro, que afecta de forma especial a las mujeres.
También la CGT insistía ayer en pedir a la Xunta que concurra a la subasta.