Las cofradías reivindican su papel protagonista durante la crisis
25 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Cofradías, mariscadores y voluntarios de Protección Civil vivieron en primera persona la catástrofe del Prestige. Estos colectivos fueron los más directamente afectados por la crisis provocada por el hundimiento del petrolero. Representantes de estos grupos recordaron el accidente, su percusión en los pueblos marineros y analizaron las consecuencias que tuvo para las sociedades en las que viven.
La Voz de Galicia y Radio Voz Bergantiños los reunió en una mesa redonda para hablar sobre un siniestro que marcó un antes y un después en sus vidas y en las de sus vecinos y compañeros. Ramón Pérez Barrientos sigue siendo el responsable de Protección Civil de Muxía, en tanto que Suso Lista, que estuvo en el germen del movimiento Nunca Máis, ha dejado de ser percebeiro en Corme. Evaristo Lareo sigue siendo patrón mayor de Caión. Entonces presidía la federación provincial de cofradías y la comisión que formaron los pósitos para hacer frente a la marea negra. Antonio Devesa, secretario de la cofradía de Laxe, estaba en esa entidad. También Julia Haz sigue al frente de las mariscadoras del Anllóns.
A pesar de que cada uno de los participantes en el debate manifestaron opiniones distintas sobre la gestión del siniestro, todos coincidieron en que los pueblos marineros de la Costa da Morte están igual o peor que antes del 2002 y que el siniestro, con su rosario de ayudas, fue una oportunidad perdida para el sector del mar, que sigue perdiendo unidades. A pesar de que hubo inversiones, «a calidade de vida non mellorou», según Suso Lista. Evaristo Lareo y Antonio Devesa reconocieron que las cosas no están mejor.
Hubo unanimidad en que la sociedad de la Costa da Morte dio la talla. Ramón Pérez Barrientos recordó que en el puente de la Constitución hubo en Muxía más voluntarios (1.600) que vecinos (1.300), lo que puso de manifiesto la capacidad de organización de las entidades de la llamada zona cero. También reconoció que hubo descoordinación los primeros días.
Comisión
Asimismo, las cofradías reclamaron su protagonismo en la gestión de la crisis. Evaristo Lareo y Antonio Devesa señalaron que la comisión se montó en cuanto se supo que había un petrolero en apuros y que consiguió reunir a todos los pósitos afectados. También señalaron que fueron precisamente los representantes de los marineros, los armadores y los mariscadores profesionales los que ejercieron mayor presión sobre las Administraciones para conseguir medios y ayudas para los afectados. De hecho, para Julia Haz lo principal fue que la gente tuviera asegurado un sueldo para pasar la veda. También señaló que en el caso de la desembocadura del Anllóns enseguida se intentó colocar barreras, pero reconoció que lo que protegió la zona fue la Barra, que ahora casi no está por lo que si hay otro accidente «o chapapote chegará a Ponteceso».