Es contrario a la consulta popular en el proceso de Oza y Cesuras
18 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El secretario de la localidad ourensana de Avión, Alejandro de Diego (Madrid, 1961), impartió recientemente en A Coruña una conferencia sobre la fusión de concellos, un proceso que ve inevitable por mucho que se resistan buena parte de los alcaldes.
-¿La fusión es contraria al espíritu del minifundio gallego?
-Creo que no. Tantos ayuntamientos y tan pequeños es algo insostenible. El Consejo de Europa dice que para que un concello tenga las cuentas saneadas debe contar como mínimo con 10.400 habitantes. Para garantizar los servicios sociales, 8.200. Hay datos curiosos. Galicia tiene 315 ayuntamientos y todo Portugal 308. Y la provincia de León 211. Burgos, 360 (y 308 con menos de 500 vecinos). Si no nos tomamos esto en serio acabará viniendo de forma obligatoria.
-¿Otros países han avanzado ya en fusiones de municipios?
-Y además hace mucho tiempo.
Alemania tiene los mismos ayuntamientos que España (unos 8.000), pero con el doble de población. Y a mediados del siglo XX tenía 25.000 municipios. Grecia pasó, en 1998, de 5.300 a 1.000, antes de empezar la crisis. Solo en Francia y España tenemos ayuntamientos tan pequeños. Esto procede de la Revolución Francesa... Se quería dotar de algún tipo de gobierno a lugares mal comunicados. Y eso, hoy en día, ya no tiene sentido.
-¿Qué pasos incorrectos ha visto en Oza-Cesuras?
-Se veía venir lo de qué legislación aplicar, que si la estatal o la autonómica para decidir las mayorías. Yo entiendo que se debe aplicar la legislación autonómica, pero aún así, creo que Cesuras la mayoría de los dos tercios coincide con los seis concejales de la mayoría absoluta una vez que se descartan los decimales. Lo que lamento es el follón político.
-¿Puede triunfar a largo plazo algo que se ejecuta por necesidad económica?
-Si y no. En primer lugar, esto sale ahora por una cuestión económica. Pero esto tiene más que ver con la prestación de servicios. Y pondría en práctica los beneficios de la fusión y ya luego veríamos cómo cae por su propio preso. En la conferencia que impartí en A Coruña el público era universitario y percibí que no tenían ese localismo, les daba igual que hubiese un servicio en ayuntamientos distintos. Hace cuarenta años se unieron Acevedo del Río y Celanova. Estoy seguro de que a cualquier persona de Acevedo que se le propusiese escindirse de Celanova le haría gracia. De hecho, muchos residentes ni siquiera lo saben. Los localismos tienen fecha de caducidad. Lo que sería intocable es la parroquia, ahí hay un vínculo mucho más fuerte, hay unos vínculos, bodas, bautizos, primeras comuniones, un apego.
-¿Debe haber una consulta popular?
-Mi respuesta es no. Volvemos a Acevedo. Lo mejor es poner en práctica los beneficios de la fusión y los vecinos comprobarán sus evidentes ventajas. Sé que mi respuesta no es amable, pero es mi pensamiento sincero.
-¿Se ha utilizado esta fusión políticamente?
-Se está utilizando pero mal. Que si las mayorías necesarias en los plenos, que si las cifras de las últimas elecciones autonómicas para tomarlas como un referendo... Lamentablemente se está siendo muy torpe en esos pasos.