«Mi divorcio fue casi tan caro como el último de la Preysler»

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

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PRADERO

La joven contrató los servicios de un mediador extrajudicial

17 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Verónica Pérez Cabado ha emprendido una particular cruzada contra lo que considera una minuta abusiva que pretende cobrarle el abogado lucense, que se encargó de su divorcio. Inicialmente le pasó un cargo de 4.200 euros, al que le aplicó una rebaja del 33,8%, con el que no está conforme porque, pese a que el proceso, de inicio, fue contencioso, finalizó de mutuo acuerdo. La pareja no tenía hijos y pese a ello la primera intervención del abogado fue solicitar medidas provisionales previas, por las que quiere cobrarle 780 euros. Los únicos bienes del matrimonio eran una finca en la República Dominicana, que compraron en uno de los viajes y una cuenta bancaria en este país, que repartieron en una liquidación de gananciales, por la que le pasó un cargo de 1.437 euros, pero que no figura documentada con escrituras ni con el número de cuenta. El único soporte, según la afectada, es una foto aérea de Google Maps.

El abogado que se encargó de este divorcio no pudo aportar su versión porque se encuentra de viaje.

La lucense acudió al Colegio de Abogados para pedir un listado con las tarifas oficiales y no se lo entregaron, alegando que se trata de una profesión libre y las minutas también. Finalmente se hizo con el baremo de honorarios de los Colegios de Abogados de Galicia y , según sus cálculos, el coste de su divorcio debería rondar entre los 750 euros y los 1.200. Según explicó, consultó con un letrado madrileño, que la está asesorando en este caso, que le aseguró que lo que querían cobrarle era abusivo. «Me dijo que fue lo que pagó Isabel Preysler en su último divorcio y yo no soy la Preysler». «Que conste -dijo- que quede muy claro que no me niego a pagarle, pero quiero que me cobre un precio razonable para el servicio prestado, que fue un poco chapucero».

Verónica contrató los servicios de Antonio Raya Alba, un empresario levantino que decidió establecerse en Lugo al amparo de la nueva figura del mediador extrajudicial. Si se implanta como tal será el primero que opere en Lugo, en un momento de cierta confusión, dado que está sin desarrollar la normativa que contempla esta figura. Raya tomó la determinación de dedicarse a mediar en conflictos extrajudiciales cuando realizaba el Camino de Santiago desde Valencia. Según asegura, ya cuenta con varios clientes que ha solicitado sus servicios por la misma razón: abuso en las minutas de abogados.

El mediador se puso en contacto con el abogado para explicarle el encargo de su cliente, pero el letrado, según Raya, le respondió que no tenía de qué hablar con él, que en tal caso lo haría con su clienta. Verónica no ha recibido ninguna llamada. El intermediario va a enviarle un burofax en el que informará al letrado que la intención de su ahora clienta es pagar, pero una minuta más ajustada a los servicios.

Verónica no está nada contenta con el trabajo realizado y como consecuencia de ello nunca podrá hacer valer sus derechos en la liquidación de gananciales. La pareja compró durante su matrimonio una finca en Punta Cana, en la República Dominicana, donde también tenían abierta una cuenta en común.

En la minuta el letrado incluye unos gastos por la liquidación de gananciales de 1.400 euros más IVA, cuando no aportó en el juzgado ni el número de la cuenta en la República Dominicana, de la que le corresponde la mitad del saldo y la localización de la finca la realizó a través de una foto de Google Maps. que bajó de Internet su socia.

«A la compra de la finca -asegura Verónica- fueron a parar mis ahorros y ahora no tengo forma de recuperar mi parte del dinero». «¿Qué hago? ¿Voy a Punta Cana y presento una sentencia de divorcio en la que figura el reparto de gananciales pero sin el número de cuenta y sin documentación de la finca? Creo que no lo tengo nada fácil».

verónica pérez emprende una cruzada contra un abogado, por cobro abusivo

«No tengo forma de recuperar mi parte de la finca de Punta Cana que compramos»