«La gente creyó que Obama iba a arreglar el país en cuatro años»

Nacho Mirás Fole

FIRMAS

Sandra Alonso

Todd Grantham, casado con una gallega, está muy pendiente de las presidenciales del martes, porque aunque ahora vivan en Ames, «la opción de irnos algún día está ahí»

04 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las presidenciales de Estados Unidos están a dos días y Estados Unidos a 5.000 kilómetros de la casa gallega de Todd Grantham (Nuevo México, 1984) y Laura Reyes Quintela (Santiago, 1979). La pareja permanece muy pendiente de lo que ocurra el martes. Porque aunque ahora vivan en Ames, nada es definitivo. «La opción de irnos algún día está ahí», dice Laura.

-Todd, lleva en Galicia desde el 2007. ¿Siente morriña o es un invento nuestro?

-La morriña es un sentimiento universal. Nosotros la llamamos homesick, la enfermedad de casa, pero se cura regresando de vez en cuando, y nosotros todavía estuvimos en Estados Unidos en agosto.

-¿Ha votado ya?

-Sí, voté por correo en Summit County (Colorado), en el distrito 2. Colorado es terreno de los demócratas, es más progresista que Tejas, por ejemplo. Mucha gente se muda de Tejas a Colorado por esa razón. Mi congressman es gay [Jared Polis]. Y, por ejemplo, se está debatiendo la legalización de la marihuana.

-¿Cómo se ven las presidenciales desde Ames?

-Con dudas. En las elecciones anteriores veías que el electorado se implicaba y era evidente que Obama iba a ganar. Pero después, cuando se votó al Congreso, esa fuerza se desmovilizó y ganaron los republicanos. La gente creyó que Obama iba a arreglar el país en cuatro años y, evidentemente, no ha sido así. Está haciendo un buen trabajo, pero cuatro años no son suficientes. Los datos no ayudan. La mayor parte del empleo se creó al principio del mandato y ahora hay un estancamiento que no es solo de Estados Unidos o de España, es general.

-Hay quien cree que la gestión que su presidente ha realizado del huracán Sandy le ha echado una última mano...

-Mediáticamente, al menos, sí. Y esos golpes de efecto le pueden salir rentables. El día antes del huracán apareció en una reunión de coordinación, preparándose para la emergencia, preocupado por la gente. Y ese mismo día podías ver a Romney bailando. De todas maneras, uno y otro son políticos, y todos los políticos tienen sus servidumbres. Quizás Obama es más transparente. Con Bush sabías que detrás de sus razones había unos planes que no tenían nada que ver con lo que era mejor para el país, sino para sus intereses y los de sus amigos.

-¿Y si el martes gana Mitt Romney será un paso atrás?

-No lo creo. El presidente tiene mucho poder, sí, pero nuestro sistema lo limita. A veces me veo un poco en medio, entre los beneficios que puede tener para el país un gobierno de los republicanos y lo que puede aportar el Partido Demócrata.

-¿Ha seguido las elecciones autonómicas en Galicia?

-Las del 2009 no mucho. Pero eso ha cambiado desde que tenemos hijos. Esta vez he escuchado más atentamente los mensajes y creo que los dos principales partidos caminan cada uno hacia su extremo, que hace falta un término medio que, pensando en las empresas, piense también en la gente, en la labor social; una carencia que también percibo en Estados Unidos.

nacho.miras@lavoz.es