Ribeira puso coto a las ventas ilegales de pescado

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ [31 DE OCTUBRE DE 1987]

FIRMAS

La rula ribeirense se convierte cada tarde, coincidiendo con las subastas, en un hervidero.
La rula ribeirense se convierte cada tarde, coincidiendo con las subastas, en un hervidero. simón balvís< / span>

Durante años, la lonja fue escenario de transacciones irregulares, por parte de personas que operaban sin carné de comprador

31 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«El lunes se inicia la batalla del Ayuntamiento ribeirense contra ventas irregulares en lonja». Así anunciaba La Voz, tal día como hoy hace 25 años, la inminente adopción de una serie de medidas, por parte del entonces concejal de Pesca, José Luis Torres Colomer, para poner fin a las transacciones irregulares.

El problema de las compras no declaradas, realizadas por personas que no contaban con la correspondiente autorización, se venía arrastrando desde hacía años. Para atajarlo, el Concello de Ribeira anunció la imposición de sanciones, tanto para los que hicieran transacciones sin carné de comprador como para los que operaran fuera del horario establecido.

El 3 de noviembre, La Voz anunciaba la «tranquila implantación de la medida», que sí consiguió poner freno a los desmanes que se venían registrando en el interior de la lonja. Fuera de este recinto, las transacciones ilegales nunca desaparecieron del todo. De hecho, desde hace un tiempo se han visto incrementadas, debido sobre todo a la manida crisis económica, que también sirve de argumento para explicar el aumento del furtivismo. Pescados y mariscos se ponen a la venta en las principales calles de los núcleos de la comarca, a plena luz del día.