La presidenta de la Fundación María Jose Jove ya piensa en el décimo aniversario de la entidad
28 oct 2012 . Actualizado a las 06:00 h.En su agenda solo hay un hueco, el miércoles a las ocho y media de la mañana. Llega puntual. Le gusta madrugar. Elegante. Sonriente. Muy morena. Morenísima para la época del año en la que estamos, casi en noviembre. «Me apasiona el sol y fui a Estados Unidos a ver a mi hija, que estudia allí un trimestre, y me aproveché del buen tiempo que hacía», comenta. En su despacho de la Fundación que preside y que lleva el nombre de su hermana hay una foto de María José que nos observa mientras hablamos.
Una década después
«El año que viene se cumplen 10 años de la inauguración y haremos algo especial. Queremos que participen las personas que nos han ayudado. Será un acto de carácter institucional pero sencillo, que no es el momento de preparar nada ostentoso», adelanta. Sí, la hija de Manuel Jove, también habla de la crisis. Afecta a una fundación a la que la familia Jove sigue aportando la misma cantidad de dinero, pero «hay pocas empresas o entidades con las que se pueda llegar a acuerdos para desarrollar proyectos y sucede justo ahora, que es cuando hay una mayor necesidad en la sociedad», destaca Felipa, y recuerda que todos los beneficios de la residencia Rialta que ellos gestionan van destinados a actividad social, a la fundación.
Con Bertín Osborne
Una de las fundaciones con las que sí lograron llegar a un acuerdo es con la que promueve el cantante, que mañana estará en A Coruña. Merced a este convenio de colaboración, Douglas Doman, la máxima autoridad mundial en el método basado en la estimulación multisensorial para niños con lesión cerebral, se desplazará desde Chicago hasta la Grela.
Vida sana
Madre de un chica de 14 años que todavía no trae a casa problemas adolescentes, Felipa reconoce que se cuida. Salta a la vista. «O palleiro non se fai sen palla», apunta sonriente. Come sano. Las verduras, las ensaladas y las preparaciones a la plancha son la base de su dieta. Las salsas, ni mojarlas. No fuma y hace bastante deporte. «Elástica, musculación y spinning, que me encanta». Es muy metódica (cuadriculada en la versión de Javier, su marido). «Me gusta el orden y las sorpresas nada», asegura. Algo de vino bueno los fines de semana y los baños de ese sol que le apasiona son sus únicos excesos. Forma parte de la generación que acabó COU hace 25 años y dice que se siente «súper joven, aunque muchas veces pienso que me quedan menos años de vida que los que he vivido». En la funda del móvil lleva la imagen de un perro. «Me encantan los animales pero en casa solo me dejan tener un perrito».
El clima coruñés
A pesar de su vicio solar asegura que el clima de A Coruña es genial. «Todo me gusta de esta ciudad, en especial la parte que da al mar. Es preciosa, incluso la lluvia». Es la hora de la despedida. Se la ve cómoda a pesar de que no le gusta nada hablar de su vida privada. «Me horroriza», afirma. Por eso cuando puede se escapa a Los Cabos de México, su lugar favorito del planeta, después de A Coruña.