El juicio con jurado no se celebrará hasta el año que viene
28 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Si las partes no alegan ninguna cuestión, en los primeros días del mes que viene el caso del asesinato de la enfermera lucense Montse Labrada estará en manos de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo dentro de menos de quince días. El Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo, que es el que se ha encargado del caso, les dio a los abogados intervinientes la última oportunidad para formular algún tipo de alegación antes del envío del expediente al alto tribunal. A partir de ahora, comienza la fase de preparación del juicio. Será un jurado popular el que decida el futuro penal del profesor de Química, Juan Carlos Pernas.
Pernas, que lleva dos años y dos meses encarcelado por los hechos ocurridos en un piso de la calle Carlos Azcárraga, en el barrio del Sagrado Corazón de Lugo, tendrá que esperar por lo menos al primer trimestre del año que viene para saber qué es lo que ocurrirá con él. Como muy temprano, el asunto no se resolverá judicialmente hasta mediados del mes de enero. Esas son las previsiones que se barajan. Desde luego, no parece muy posible que el esperado juicio vaya a celebrarse en lo que queda de año, plazo para el que ya hay señalados dos vistas con jurado.
Antes de establecer la fecha del juicio todavía deben completarse todos los trámites, bastantes por cierto, para la elección de la nueva tanda de jurados. Los que habían sido designados hace un par de años acaban en breve porque e la vigencia de su nombramiento expira el 31 de diciembre.
A las partes les quedan varios meses para ir preparando las estrategias. Juan Carlos Pernas reconoció en su momento los hechos en las dependencias de la comisaría lucense a donde acudió después de, supuestamente, haber dado muerte a su esposa y haberse deshecho de lo que el consideró que podrían ser pruebas que le delatarían. Esa confesión puede ser un problema para él, pero todo apunta a que su letrado va a tratar de llevar el caso por otros derroteros y, seguramente, se amparará en en que su cliente pudo haber actuado movido por algún problema generado en su cabeza al saber que su esposa no solo deseaba cortar la relación con él, sino llevar a cabo una separación. Esa circunstancia podía suponer a Juan Carlos perder mucha relación con sus dos hijos, algo que no soportaba, según algunos allegados.
El profesor de Química sigue en prisión dos años y dos meses después del hecho
Los abogados ultiman sus estrategias para presentar al tribunal popular