Los Freire, un emporio industrial

La Voz

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Por Gerardo González Martín

19 oct 2012 . Actualizado a las 11:21 h.

Cuando el grupo empresarial Freire, de Bouzas, estaba en auge, la familia era considerada una de las cincuenta más ricas de España. Realidad o leyenda, el caso es que hicieron una aportación significativa al PIB local a lo largo de varios decenios y hoy conservan parte de aquel imperio, fundamentalmente el astillero, uno de los más regulares de la ría en su producción.

El patrón de patronos, Paulino Freire Piñeiro, empezó con barcos de pesca y le fueron bien los negocios. Estaba casado con una Maravillas, familia de gran arraigo en la antigua villa. En torno a ella, Juana Costas Rouco, giraba el grupo familiar, era una persona aglutinadora y de gran fortaleza. En algo no coincidía con su marido: en tanto él era partidario de invertir los beneficios en nuevas empresas industriales, Juana se inclinaba más por las actividades inmobiliarias y algún caso debieron hacerle, porque a su muerte dejó como herencia un sólido patrimonio en edificios. El matrimonio tuvo nueve hijos, de ellos siete varones.

Paulino era un hombre de ideas brillantes, que cuando aún le faltaban algunos años para cumplir los 30 creó el astillero para construir barcos de madera. Ocurría en 1895. Hoy dirige la factoría un nieto del fundador, Jesús Freire Pichín.

Falleció septuagenario y como un triunfador, aunque con la mala fortuna de que poco antes habían tenido que amputarle una pierna. A su muerte, en 1943, se le preparaba un homenaje para entregarle la Medalla del Trabajo, concedida el año anterior. La distinción no se materializó, pero en el verano de 1948 se impuso su nombre a una calle que llevaba a la factoría Paulino Freire. Su esposa supo del acto, dado que sobrevivió hasta septiembre de 1952.

En 1938 constituyó la más importante de sus empresas de pesca, Pesquerías P. Freire, y debía creer en el adagio de que el ojo del amo engorda el caballo, porque distribuyó a varios hijos por diversos puertos de España, para que llevaran directamente la comercialización del pescado y en algunos casos crearan otros negocios.

El primogénito de los Freire se llamaba Paulino y de su matrimonio con Manuela Gestoso Costas tuvo diez hijos. Dirigió todo el grupo, con especial atención a Construcciones Navales P. Freire, Industrias P. Freire y Pesquerías Paulino Freire. Ocupó innumerables cargos directivos en sociedades como Sipsa, Sumnsa, Asociación General de Industrias Pesqueras y sus Derivados. Fue tempranamente una pérdida irreparable para la familia, ya que murió con 51 años, cuando era director-consejero del Grupo Freire. Uno de sus hijos, de los más jóvenes, es nuestro convecino Paulino Freire Gestoso, nombrado vigués distinguido este año por sus numerosas iniciativas en beneficio de Bouzas.

En el haber del primogénito de los Freire, además de impulsar Refrey, quedó el haber iniciado un movimiento entre los armadores, muy semejante al desguace posterior. Su máxima era ?para botar una quilla nueva a la mar hay que sacar una quilla de la mar?, así como el uso del frío industrial para mejorar la comercialización del pescado. De él partió la idea del buque nodriza.

José Freire Costas fue el segundo de los hermanos en morir, con solo 57 años. Se encargó en A Coruña de la sucursal de la principal empresa pesquera y contrajo matrimonio con María del Carmen Vázquez Crespo, tía de Paco Vázquez, que sería alcalde de la ciudad. Atendió la delegación de Refrey y además de ser consejero de las empresas del grupo tuvo la misma responsabilidad en la Ballenera de Caneliñas, fundando también una sociedad de distribución de butano, que aún pervive.

El sucesor del primogénito como presidente del grupo, Manuel Freire Costas fue el único político de la familia, ya que sería teniente de alcalde en varias etapas a partir de 1940. Además fue directivo de diversas organizaciones y responsable de Industrias P. Freire, SA.

A la muerte de Manuel, recibía el elogio de Industrias Pesqueras por haber recogido su idea de hacer una política semejante a la francesa, mediante la subvención del desguace de pesqueros, cuando presidía una asociación de construcciones navales y transformadores metalúrgicos.

Antonio Freire Costas, fallecido en 1997, era aficionado al deporte, ocupó la Delegación Provincial de Fútbol y tuvo cargos en la Federación Gallega y en otros estamentos, además de ser hijo adoptivo de Cortegada. Su hermano Benigno dirigió lo más granado del grupo familiar y fue padre político del catedrático Armando Priegue Guerra, fundador de Aimen.

Jesús, casado con María Pichín Sanjurjo, estuvo desplazado a San Sebastián, para atender los barcos del Gran Sol. Además de estar muchos años al frente de la Mutualidad Naviera, presidió a partir de 1956 la Unión Española de Armadores Pesqueros, importante asociación sectorial. Falleció en 1986, en tanto Alfonso, muerto en 1993, tuvo la idea de crear la industria de máquinas de coser Refrey, con un plantel de trabajadores muy cualificados que se disputaban otras empresas locales.